Venezia Es un tema muy importante encanto, lo cual es de interés para todos también por el crisol de culturas problemas que trae consigo. Como veneciano, ¿cuántas veces me he visto casi obligado a hablar de Venecia, de cómo se vive en una ciudad sin coches, de su supervivencia, de los problemas que la abruman? A pesar de mí mismo, porque cuando se trata de amor, cuando se trata de amor profundo, uno tiende a ser reservado y modesto. Un amor que nace de haber vivido aquí pero sobre todo del orgullo que siento al pensar que esta ciudad es fruto de la capacidad y de la sabiduría del hombre ya que Venecia no es otra cosa que la síntesis hombre-naturaleza, hombre que consigue capturar una zona pantanosa de la naturaleza y transformarla en centro de vida, de comercio y de cultura.
La cuestión administrativa y la transformación de Venecia
Mirando la situación actual, surge inmediatamente una pregunta preliminar. El ciudad de venecia, establecida hace un siglo, extiende su jurisdicción a toda la ciudad sobre el agua, con el estuario, y el continente con Mestre e Marghera. Una Venecia ampliada, por tanto, sin considerar la ciudad metropolitana esculpida en la antigua provincia que, sin duda, así erigida, tiene poco sentido y corre el riesgo de ser una superestructura política.
En las últimas décadas, Venecia ha acelerado su proceso de transformación urbana y Mestre, en cambio, no se ha convertido en el centro urbano cómodo y atractivo al que aspiran sus ciudadanos, asfixiado como está por los centros comerciales que lo rodean.
Turismo descontrolado y crisis urbana: Venecia y Mestre bajo ataque
Venecia tiene Perso más personas, los palacios y muchas viviendas han sido conquistadas por la hospitalidad turística. Se sabe que la turismo, abandonado a la lógica del mercado con pocas e inevitables restricciones, reina supremo. Altera la oferta comercial, congestiona el transporte público, produce residuos y “consume” los bienes públicos de una ciudad frágil, corrompiendo en última instancia a los ciudadanos y a los propietarios de “segundas residencias” atraídos a participar en el banquete. Lo ocupa todo y ahuyenta a los intrusos, a aquellos que no tienen nada que ver con el turismo: instituciones públicas, bancos, profesionales y muchos ciudadanos que no pueden afrontar el alquiler y el alto coste de la vida. Se salvan los institutos y fundaciones culturales. Es una lepra, la del turismo, que se expande más allá de la ciudad del agua, invierte en grandes territorios circundantes, todos ellos bajo la marca Venecia, en gran forma. La propia Mestre no encuentra nada mejor que hacer que dotarse de alojamientos hoteleros, congestionando aún más el centro histórico con viajeros.
La amenaza tecnológica y financiera a la laguna
El problema es Venecia y la laguna, su supervivencia, en una era donde la tecnología y financiar Ellos son dueños de nuestros destinos. La tecnología omnívora de hoy: la vemos en Grandes barcos, afortunadamente bloqueado por el gobierno de Draghi, pero la laguna continúa siendo blanco de embarcaciones a motor. Las finanzas, con la montaña de liquidez en la que se encuentran hoy, buscan inversiones lucrativas y ciertamente no se olvidan de Venecia, dadas las grandes oportunidades que ofrece. Las grandes cadenas hoteleras compiten por los edificios y las islas de la laguna y de la vil motivación financiera también hemos heredado la devastación de la Alberto Des Bains en el Lido.
Propuestas de futuro y necesidad de cambio
Il movimiento ondulado, la mantenimiento urbana, la administración de los flujos turísticos, la repoblación de la ciudad, las peticiones de actividades de investigación y estudio para combatir el monocultivo del turismo, son temas que están sobre la mesa desde hace años, son problemas –para citar a Montanelli– que se van consumiendo en el tiempo, si no se afrontan urgentemente ahora. Por otro lado, Mestre tiene otros, la periferia, la decadencia urbana, la movilidad, la habitabilidad de la ciudad. ¡Problemas complejos que requieren un enfoque específico! Para dar un empujón, tal vez deberíamos pensar en entidades administrativas distintasNo sé si comunas o municipios, encontrarían entonces síntesis en una realidad efectivamente metropolitana, en una Gran Venecia, tomando prestados modelos que ya funcionan en otros países.
Venecia y su identidad global: la marca que no se puede vender
La clase dirigente de la ciudad, no sólo política, y los intereses económicos en juego coinciden sin embargo en mantener la unidad entre las dos ciudades, oponiéndose a la separación aduciendo limitaciones dadas por el puerto y el aeropuerto, mientras que en Milán (Malpensa) y Roma los aeropuertos están en otros municipios.
Il Marca Venecia, por su importancia internacional y el atractivo que ejerce, es un bocado demasiado tentador para dejarlo en manos de una dirección político-administrativa autónoma destinada esencialmente a gobernar y limitar los flujos turísticos y a repoblar la ciudad con nuevas fuerzas. Venecia es patrimonio de la humanidad no sólo por los monumentos y tesoros artísticos que aquí se alzan, en armonía con el paisaje, sino también por el original "modelo de ciudad" que ha sabido conservar conjugando la modernidad con un estilo de vida de otra época.