Primero el bombardeo de Unicredit su Comercial, entonces el ascenso de la Banco Bpm in Anima y en Monte dei Paschi, donde también crecen Caltagirone y Delfín aunque ahora todo vuelva a estar en alta mar, y finalmente, el lanzamiento del Ops of Andrea Orcel en Banco Bpm de jose castaña. Hay que retroceder medio siglo atrás para ver un tourbillon como el que anima hoy a los bancos italianos. Aparte del bosque petrificado como alguna vez fue. Exactamente el 21 de marzo de 1999, el mundo bancario italiano se vio sacudido por el lanzamiento de la opa de Unicredit sobre Comit y de Sanpaolo-Imi sobre la Banca di Roma. No se hizo nada inmediatamente debido al obtuso dirigismo y al rígido proteccionismo del Gobernador de Banco de ItaliaAntonio Fazio bloqueó ambas operaciones. Pero no pasó mucho tiempo para ver crecer a dos campeones bancarios como Intesa y Unicredit, aunque en sentido inverso. Fue el signo de la vitalidad del sistema bancario italiano lo que Fazio se engañó a sí mismo para aprovecharlo. Hoy la situación es un poco diferente porque el sistema bancario italiano ha crecido, es sólido y vital y quiere seguir creciendo. Y también porque encontró cuatro caballeros de rango como Carlos Mesina en Intesa Sanpaolo, Andrea Orcel en Unicredit, Giuseppe Castagna en Banco Bpm e Luis Lovaglio en MPS que saben lo que hacen y que tienen como única guía el crecimiento, la rentabilidad y la innovación de sus bancos en interés exclusivo de los accionistas y stakeholders y con efectos beneficiosos sobre el PIB italiano. Pero hoy, como entonces, no faltan riesgos para el sistema financiero italiano, aunque esta vez no provengan de la Via Nazionale sino del Gobierno. Las reacciones ácidas del líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, ante la oferta pública de adquisición de Unicredit sobre el Banco Bpm son emblemáticas, al igual que las del Ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, por las consecuencias de la operación de Orcel sobre Mps, donde, en virtud de la pasividad Por regla general, los juegos se reabrirán. Pero el punto clave es otro y reside en el eje de hierro que gobierno meloni hizo un trato con el constructor y financiero romano Francesco Gaetano Caltagirone con el que escribió el horrendo proyecto de ley de capital que corre el riesgo de provocar un terremoto y enredar a dos gigantes financieros como Generali y Mediobanca. Se trata de una ley mal pensada y peor escrita, que amenaza con distanciar el capital internacional de Italia y separar a nuestro país de las mejores prácticas de las finanzas internacionales con una interpretación obtusa de las normas sobre la lista de consejos de administración para la renovación del Primavera de alta dirección de la empresa. En teoría, ha llegado el momento de remediar y corregir las distorsiones de la ley con la rápida consulta de Consob todavía los habría, pero el plenipotenciario del primer ministro Meloni y del Mef, el subsecretario Federico Freni, él no quiere saber. “Escuchamos a todos pero decidimos”. Bien hecho Frenos, pero si luego el capital huye y los ahorradores pagan el precio, ¿quién paga? ¿El tetragono subsecretario de los Hermanos de Italia? En lugar de ejercitar los músculos, quizás sería mejor pensar. Esperando que no se considere un lujo.
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Ops Unicredit en Banco Bpm reabre el juego en el mundo bancario y revela su vitalidad pero la política deja de involucrarse
La oferta de canje de Orcel sobre el Banco Bpm di Castagna cambia el escenario de los bancos italianos y es otra señal de dinamismo a pesar de las reacciones ácidas del Gobierno, pero la horrenda Ley de Capital demuestra que las interferencias políticas siempre están al acecho.