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UE-Mercosur, acuerdo de libre comercio firmado. Macron está en contra, Italia se muestra escéptica

El acuerdo vale el 25% del PIB mundial, pero ahora tendrá que ser ratificado por cada país. Según Von der Leyen, se crearán casi un millón de puestos de trabajo, pero Alemania se beneficiará sobre todo. Los agricultores europeos están protestando. Decepción para el presidente francés

UE-Mercosur, acuerdo de libre comercio firmado. Macron está en contra, Italia se muestra escéptica

Y al final, el acuerdo fue. A pesar de las feroces protestas de los agricultores europeos, en particular italianos y franceses, el presidente de la Comisión de la UE Ursula von der Leyen voló a Montevideo, Uruguay, como invitado a la reunión del Mercosur, el sindicato de América del Sur, y trajo a casa el tratado de libre comercio entre las dos instituciones continentales. El el texto definitivo llevaba 25 años en gestación y en los últimos meses parecía haber fracasado, tras las dudas no sólo del lado europeo sino también del lado latinoamericano, que se quejaba de la entrada en vigor a finales de este año de otra ley, la de las importaciones de la UE, que prevé normas rigurosas contra la deforestación para la industria agroalimentaria de sus socios en el extranjero.

El choque había llevado a Von der Leyen a posponer la entrada en vigor de la ley hasta finales de 2025, y ahora ha llegado la ansiada luz verde para un acuerdo que vale el 25% del PIB mundial e involucra a 720 millones de personas. En el futuro, con el debido respeto al presidente francés Emmanuel Macron, que había definido el acuerdo como "inaceptable"Debido a la presión de los agricultores de su país, a las empresas europeas les resultará más fácil importar y exportar, con un ahorro global de 4 millones al año. Además, Macron sufre otra derrota en un momento ya muy delicado en el plano interno, mientras Alemania y España en particular presionaban a favor del acuerdo. Italia se mostró escéptica, y el Ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, habló de "algunas correcciones necesarias", recogiendo las peticiones del mundo agrícola y de la Liga.

Las cifras del acuerdo: Alemania se alegra, Italia y Francia se muestran escépticas

La Alemania al fin y al cabo es el país que tenía más interés, dado que según un estudio de la Unión Europea el tratado firmado en Uruguay generará casi un millón de empleos en el Viejo Continente, de los cuales el 28% en el país de Von der Leyen. Además Berlín es el principal exportador La Unión Europea y tercer importador, y el estancamiento de su economía, que también repercute peligrosamente en la italiana, podrán beneficiarse de la exención de derechos e impuestos para el 91% de los productos. EL'Italia es el tercer exportador europeo al Mercosur, por un valor de 1,2 millones de euros al año, y el cuarto importador, por poco menos de 1 millones de euros en bienes adquiridos.

Un tercio de los productos que llegan de Sudamérica a Europa son alimenticio, y esto es precisamente lo que preocupa a la industria agrícola, en particular en Francia e Italia: la posibilidad de que el mercado se inunde con alimentos baratos, especialmente carne de Brasil, gracias a menores costos laborales y regulaciones ambientales y sanitarias menos estrictas. El acuerdo, sin embargo, proporciona una reducción gradual de derechos y cuotas máximas de importación: el volumen con menor arancel corresponderá como máximo al 2% del consumo europeo. El texto firmado de Lula (presidente de Brasil), Javier Milei (Argentina), Luis Lacalle Pou (Uruguay), Santiago Peña (Paraguay) y Úrsula Von der Leyen también beneficiarán a la economías sudamericanas, especialmente el brasileño que tiene Europa es su segundo socio comercial después de China, con 92 mil millones de dólares de comercio en 2023: según las estimaciones, el PIB de la locomotora del continente aumentará medio punto por año y, a largo plazo, las exportaciones crecerán un 3%.

Von der Leyen: “Una victoria para Europa”. Milei lista para firmar con Trump

"ES una victoria para Europa – comentó Von der Leyen -. Treinta mil empresas europeas ya exportan hacia el Mercosur, seguirán muchos otros. Pero, sobre todo, enviamos un mensaje al mundo: en tiempos de conflicto, estamos demostrando que las democracias aún pueden ser fuertes. Es una necesidad política, no sólo económica". En cuanto a las normas medioambientales y sanitarias, objeto de una fuerte controversia a ambos lados del Atlántico, el presidente de la Comisión aseguró: “El acuerdo significa más trabajo y más oportunidades, y respetaremos nuestros compromisos climáticos y nuestros estándares de salud, que siguen siendo intocables”. Uno de los puntos del acuerdo, que renegoció el parcial de 2019, fue la inclusión en el texto de las limitaciones de Acuerdos de París: en caso de violación grave, el tratado podrá suspenderse inmediatamente.

Para ayudar también a los socios sudamericanos en la transición, la Unión Europea ha asignado un fondo de 1,8 mil millones de euros para el desarrollo sostenible de la industria local. Por tanto, la suerte está echada, pero el camino para concretar el acuerdo aún es largo, dado que el texto tendrá que ser ratificado por países individuales y no todos parecen dispuestos a hacerlo. Sin embargo, Europa lo necesitaría con urgencia, en un momento en que China está poniendo sus manos en América Latina y cuando el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anuncia aranceles totales. América del Sur en sí no está tan unida: el presidente argentino milei, que debuta en una reunión del Mercosur, firmó el tratado, pero lo critica la existencia misma del Mercosur y ya ha anunciado que su país cerrará, por su cuenta, un Tratado de libre comercio con los Estados Unidos de Trump.

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