Transporte y medio ambiente (T&E) es una organización europea que se ocupa del transporte. Tiene un ojo puesto en la descarbonización de la movilidad y sus informes siempre despiertan el interés de quienes luchan por la reducción de las emisiones de los vehículos de motor. el ultimo reporte de hace unos días tiene, sin embargo, contenidos bastante nuevos. Según el documento, la UE debería invertir en los próximos años 39 millones de euros Un año para ver las cosas cambiar.
En la base de todo está la necesidad de reducir las inversiones en infraestructuras tradicionales, como carreteras y aeropuertos, y centrarse en su lugar en Redes de energía, puntos de recarga, infraestructura social. Se trata de proyectos cruciales para dar sustancia a todos los demás programas de movilidad sostenible. Por lo tanto, basta de redes de carreteras y centros aéreos para dejar espacio a plantas renovables, centrales eléctricas renovables y estructuras sostenibles. T&E también dice que se debe aumentar la inversión privada. Representan el 87% del total invertido hasta ahora y pueden aumentar aún más si los gobiernos crean las condiciones para hacerlo. Una herramienta señalada como útil es el actual Fondo Europeo para Baterías, considerado un elemento crucial para tener un cadena de producción de acumuladores fabricados en Europae.
Las emisiones caerán en 2023
Según el estudio, también hay que insistir en descarbonización de aviones y barcos que circulan por Europa y que son responsables de alrededor de un tercio de las emisiones contaminantes. Pero en realidad esto se logrará desde el cese de la construcción de carreteras y estructuras aeroportuarias. ¿Un futuro menos contaminado?
La propuesta es sugerente pero no tiene en cuenta las disparidades que existen entre los países europeos. Las mercancías circulan por las carreteras, hay proyectos europeos, incluido el PNRR, que pretenden modernizar la red de carreteras, las catástrofes medioambientales hacen urgente la construcción de nuevas carreteras y puentes más seguros, en las ciudades es necesario limitar la velocidad de circulación. Por supuesto, las inversiones en estructuras sostenibles deben crecer, pero sobre las existentes. Europa es muy heterogénea.
La Comisión Europea, por su parte, ha publicado datos actualizados sobre las emisiones, que cayeron un 37% respecto a 1990. Un porcentaje que supone "la mayor caída anual de las últimas décadas, a excepción de 2020, cuando el Covic-19 supuso reducciones de emisiones". en sólo un 9,8%”.
Volviendo al informe T&E, ¿qué efectos tendrá en las decisiones de la Comisión? Un rayo de luz, al menos de evaluación, proviene de las palabras del futuro comisario de Energía Dan Jorgensen: “La neutralidad tecnológica es un concepto central, parte integral de la libertad de los Estados miembros para elegir su combinación energética de acuerdo con nuestros Tratados. Se necesitarán todas las soluciones energéticas renovables y bajas en carbono”.