No solo la descarbonización, la electrificación del sistema de carreteras, la igualdad de género, etc., ya hacen de Suecia un país a la vanguardia de los logros sociales. Estocolmo, aunque temporalmente sin gobierno (el formado por socialistas y verdes ha dimitido y si volviéramos a las urnas ahora también estaría el peligro de un ascenso de los soberanos), va más allá: en 2025, fecha que para algunos países como Suecia y algunas ciudades (entre ellas Roma) es sinónimo de adiós al diésel, quiere dar vida a la primera sociedad “sin humo”, con cero humo. En el sentido de que los cigarrillos estarán completamente prohibidos, no solo en lugares públicos, pero también fuera de restaurantes, hoteles u oficinas públicas o privadas, y de cada una de sus entradas desaparecerán los ceniceros actualmente colocados para los pocos que no abandonan el hábito de fumar.
Estocolmo había introducido una prohibición de fumar en clubes y en todo el transporte público desde 2005, el mismo año que Italia. En la actualidad, solo se permite fumar en habitaciones o cabinas aisladas, en aeropuertos u oficinas, y los funcionarios públicos, si son fumadores, se han visto obligados durante mucho tiempo a comprometerse formalmente a no molestar de ningún modo a sus compañeros no fumadores y nunca poner en peligro su salud. El resultado dentro de 7 años no debería ser demasiado difícil de lograr, dado que ya hoy los fumadores habituales declarados, en el país líder del Gran Norte, son solo el 11 por ciento de la poblacióny los fumadores ocasionales otro 10 por ciento. Todavía no está claro qué pasará con las pocas cabinas aisladas y ventiladas muy pequeñas presentes en el enorme aeropuerto de Arlanda, el más grande de los tres en la capital. Pero mientras tanto es seguro que, a pesar de la incertidumbre política, la ley se aprobará y pondrá a Suecia al frente de la lucha contra el tabaquismo.
También Italia ha hecho mucho en los últimos veinte años: nuestro país ha sido el tercero en Europa en prohibir fumar en restaurantes, después de Irlanda (1988) y Finlandia (1995). Las leyes más tolerantes son en cambio las griegas, donde los bares clasificados como "centros de entretenimiento" (discotecas, clubes nocturnos) están exentos de la prohibición de fumar a condición de que tengan una superficie de más de 300 metros cuadrados. Un caso especial es Suiza: en este caso la prohibición de fumar está muy extendida en varias ciudades empezando por las principales como Zúrich, pero recién a partir de junio de 2019 SBB, los ferrocarriles suizos, introducirán la prohibición de fumar dentro de sus estaciones. Por ahora, Berna excluye la posibilidad de establecer una prohibición general: la motivación es la de no querer "ofender a la población".