El Fondo Monetario Internacional está desarrollando un plan de contingencia para hacer frente a posibles crisis monetarias en las economías emergentes al facilitar el acceso a dólares. Así lo reveló el diario japonés Nikkei, sin citar fuentes.
El nuevo sistema tiene como objetivo abordar el colapso de las monedas emergentes que podría desencadenarse por una fuga masiva de capitales. Los flujos de dinero, de hecho, están destinados a regresar a Estados Unidos ahora que la Reserva Federal ha comenzado a subir las tasas de interés, reforzando así la atracción del dólar.
El FMI teme que las salidas de capital correspondientes de las economías emergentes puedan devaluar sus monedas provocando crisis financieras, también alimentadas por el aumento de la carga de la deuda externa y la especulación.
El nuevo mecanismo diseñado por el FMI debería ayudar a los países en crisis a tomar prestados dólares, principalmente a través de créditos a corto plazo, con un vencimiento de un año o menos.
El Nikkei escribe que "el Fondo Monetario Internacional evaluará a los prestatarios potenciales como en condiciones normales" y que "los préstamos se limitarán de acuerdo con la contribución de capital de cada país".
La peculiaridad de este esquema es que no requerirá costosas reformas estructurales: “El Fondo – escribe el periódico – planea presentar oficialmente este nuevo esquema en la reunión de su órgano de gobierno a finales de mes. Y ya ha iniciado conversaciones con los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático”.
Los países asiáticos recuerdan bien la crisis monetaria de 1997. En aquella ocasión, el FMI había apoyado sobre todo a Indonesia, pero imponiendo condiciones rigurosas como, por ejemplo, la obligación de permitir la quiebra de los bancos en dificultades.
Según el Nikkei, esa crisis habría alimentado un sentimiento de hostilidad hacia el Fondo Monetario Internacional por parte de una parte de los países del grupo ASEAN.