¿Cuánto espacio se reserva a los pesticidas dentro de la estrategia agrícola-alimentaria?De la granja a la mesa” ? La pregunta es engañosa porque el 13 de octubre la Comisión Europea podría aprobar el uso del glifosato por otros 10 años en toda la UE. El glifosato es el principal pesticida utilizado en cultivos agrícolas, contra el cual se ha librado una batalla que dura décadas. Cancerígeno sí, no, tal vez, la última palabra aún no está ahí. Las repercusiones sobre la producción y las exportaciones en los últimos años han sido muy graves. Bayer, que lo produce y evidentemente defiende el producto de las acusaciones, ha revisado a la baja sus previsiones económicas para 2023. Así lo hizo «sobre todo debido a otra importante rebaja de ventas de productos a base de glifosatos (un pesticida que acabó en el ojo del huracán por su peligrosidad)". En definitiva, 2,5 millones de euros menos sobre una facturación de más de 50 millones. Se recordará que hay países y regiones italianas donde el producto es prohibido. Los estudios e investigaciones que establecen los peligros del herbicida son innumerables y en una especie de perversión económico-ambiental la Comisión Europea admite que el uso de la sustancia puede causar daños a la salud. Según informa la revista puerta de la vida En Bruselas se dice también que "nada impide, dentro de un mes, un año o cinco años, reabrir el expediente si el el conocimiento científico Tuvieron que justificarlo". De hecho, el millón de firmas recogidas contra el glifosatoEFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) respondió que aún no hay pruebas suficientes para prohibirlo.
Francia y Alemania en oposición
Francia y Alemania son los países más decididos a no prolongar el uso del pesticida durante muchos años. El bloque responde a una lógica regenerativa de las respectivas agriculturas para conquistar mercados con productos certificados. Los agricultores de los dos países no tienen posiciones unívocas, más bien es la política la que exige un punto de inflexión y una reanudación natural de las cosechas. Si avanzamos unidos, bien, sino cada uno piensa en sí mismo. Hay una estrategia comunitaria y la política agrícola europea todavía tiene que surtir todos sus efectos en los mercados y en los consumidores. Pero si debe ser apoyado poruso masivo de herbicidas de dudosa eficacia para la salud humana, significará que será necesario revisar algo. La industria tiene su propio beneficio al proteger los cultivos y las razones de la no toxicidad se han expuesto detalladamente. En el frente continental, menos de un año después de las elecciones al nuevo Parlamento Europeo, se reabre el capítulo sobre la sostenibilidad 360 grados, un tema que ha marcado la presidencia de Ursula von der Leyen. Y en este contexto no hay que olvidar que el asunto de los pesticidas ha costado millones de euros en demandas y recursos ante la justicia europea. Con la propuesta de prolongar el uso de glifosato, von der Leyen corre el riesgo de dejar unlegado difícil a los que vienen detrás de ella. Y tampoco sería el único en materia de transición verde.