El 29 de agosto de 1991, hace exactamente 31 años, los sicarios de Juan de la Cosa Nostra asesinado en palermo Libre de grasas, empresario que se negó a pagar el dinero de la protección y por esto se había convertido en un símbolo de la lucha contra la mafia. El asesinato se produjo a las siete y media de la mañana: Grassi recibió cuatro disparos cuando se dirigía al trabajo.
La carta dedicada al "Querido extorsionador"
A los ojos de los mafiosos, Grassi no solo era culpable de rebelarse contra la mafia, sino también -si no sobre todo- de haber publicitado su lucha en los medios. El 10 de enero de 1991, en efecto, el Giornale di Sicilia había publicado el suyo carta sobre la negativa a ceder al chantaje de la mafia. El título era "Querido extorsionador". Aquí hay un extracto:
“Quería advertir a nuestro desconocido extorsionista que se ahorrara las llamadas telefónicas amenazantes y los gastos para la compra de mechas, bombas y balas, ya que no estamos dispuestos a contribuir y nos hemos puesto bajo la protección de la Policía. Esta fábrica la construí con mis propias manos, he estado trabajando toda mi vida y no pienso cerrar. Si pagamos los 50 millones, luego volverán a pedirnos más dinero, una cuota mensual, estaremos destinados a cerrar la tienda en poco tiempo. Por eso le dijimos que no al "Agrimensor Anzalone" y le diremos que no a todos los que son como él".
Choques y controversias
Posteriormente, Grassi colaboró con la policía para identificar a los extorsionadores (los hermanos Antonino y Gaetano Avitabile, del clan Madonia de Resuttana, detenidos el 19 de marzo de 1991 junto con un cómplice) y rechazaron la oferta de escolta personal.
El empresario también señaló con el dedo a Sicindustria, acusándola de haberle dado la espalda. "El único apoyo para mi acción, aparte de las fuerzas policiales -escribió Grassi en una carta publicada en el Corriere della Sera el 30 de abril de 1991- vino de Confesercenti en Palermo".
Grassi definió entonces como "escandalosa" la decisión del juez de Catania Luigi Russo (del 4 de abril de 1991) en la que afirma que no es delito pagar "protección" a los jefes de la mafia.
A su funeral también asistió el entonces presidente de la República, Francesco Cossiga.