Alberto Fujimori, expresidente del Perú, murió a la edad de 86, después de haber luchado contra el cáncer durante mucho tiempo. La noticia fue confirmada por sus hijos a través de un mensaje publicado en la cuenta de X. Keiko Fujimori, también político y presidente del partido “Forza Popolare”: “Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre Alberto Fujimori acaba de salir al encuentro del Señor. Pedimos a quienes lo apreciaron que nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma. ¡Muchas gracias papá!”. El gobierno peruano dijo tres días de duelo nacional En su honor.
conocido por el Apodo “El Chino”A pesar de sus orígenes japoneses, Fujimori deja tras de sí unalegado controvertido. Figura divisiva en la historia del Perú, muchos lo recuerdan como el presidente que salvó al país de la ruina económica y por la amenaza de los grupos rebeldes, sino también como el líder que estableció una regimen autoritario, marcada por la violencia y el abuso de poder.
Fujimori: el ascenso al poder
Nacido en Lima el 28 de julio de 1938, de una familia de inmigrantes japoneses, Fujimori se graduó en ingeniería y se convirtió en académico antes de emprender una carrera política. en 1990, inesperadamente, ganó las elecciones presidenciales superando en la segunda vuelta al escritor Mario Vargas Llosa. Perú, en ese momento, estaba en las garras de una grave crisis economica, con una inflación galopante y una fuerte amenaza de desestabilización por parte de grupos rebeldes de izquierda, incluidos Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).
El primer mandato de Fujimori se caracterizó por profundas reformas económicas destinado a estabilizar el país. Mediante la liberalización del mercado y una política de austeridad, logró detener la inflación y reactivar la economía. La amenaza del terrorismo interno seguía acechando a su gobierno, por lo que el presidente decidió tomar medidas extraordinarias.
La deriva autoritaria
En 1992, Fujimori Congreso disuelto con el pretexto de obtener el control necesario para hacer frente a la crisis interna y la amenaza de la guerrilla. Gobernando por decreto, estableció un régimen autoritario que se basó en la control militar y el uso de la fuerza para reprimir los movimientos de oposición. Fue durante este período que ocurrieron algunos de los episodios más oscuros de su gobierno.
Entre 1991 y 1992, el Grupo Colina, una unidad secreta del ejército peruano responsable de la lucha contra Sendero Luminoso, llevó a cabo masacres indiscriminadas contra presuntos rebeldes y civiles inocentes. Los casos más conocidos fueron masacre de barrios altos, donde fueron asesinadas 15 personas, entre ellas un niño de ocho años, y el de La Cantuta, donde fueron secuestrados y asesinados nueve estudiantes universitarios y un profesor. Episodios que constituyeron el base de futuras acusaciones de crímenes contra la humanidad lo que marcaría el declive de Fujimori.
Rechazar y escapar
A pesar de las acusaciones de autoritarismo y los escándalos que comenzaron a surgir, Fujimori se postuló para la reelección en las elecciones presidenciales de 2000. Su reelección estuvo marcada por la polémica, las acusaciones de fraude y el surgimiento de una Escándalo vinculado a su jefe de los servicios secretos., Vladimiro Montesinos, quien fue filmado sobornando a miembros de la oposición. Con su credibilidad política hecha jirones, Fujimori decidió huir a Japón, el país de sus padres, de donde renunció a la presidencia por fax Enviado desde Tokio.
Durante varios años, Fujimori permaneció en Japón, a pesar de los pedidos de extradición de Perú. En 2005 el ex presidente fue arrestado en chile mientras intentaba diseñar un regreso a la política. Extraditado a Perú en 2007, fue sometido a juicio por corrupción, violación de derechos humanos y abuso de poder.
Condena por crímenes contra la humanidad
En 2009, Fujimori fue condenado a 25 años de prisión por crímenes de lesa humanidad, en particular por el papel que jugó en las masacres de Barrios Altos y La Cantuta, así como por secuestros y torturas. El fallo representó un punto de inflexión en la historia peruana, ya que fue uno dei primi casi en el que un exjefe de Estado fue condenado por abusos contra los derechos humanos en América Latina.
En 2017, el ex presidente recibió la gracia por el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski por motivos de salud, pero la decisión fue revocada al año siguiente. En 2023, sin embargo, la Corte Constitucional peruana ordenó su excarcelación definitiva por razones humanitarias.
A pesar de la prisión, Fujimori ha mantuvo una fuerte influencia política. Su hija Keiko Fujimori siguió sus pasos y se postuló tres veces para la presidencia, en 2011, 2016 y 2021, pero nunca logró ganar. La líder opositora peruana, Keiko, había anunció en julio su intención de nominar a su padre, a través de su partido Fuerza Popular, en elecciones presidenciales de 2026.
Un legado controvertido
La figura de Alberto Fujimori dejó un huella imborrable en la historia del Perú. Para sus partidarios, es el hombre que salvó al país de la ruina económica y derrotó al terrorismo de izquierda, mientras que para sus detractores, es un dictador que gobernó con brutalidad, estableció un régimen autoritario y violó los derechos humanos.
Fujimori encarnó laLa ambigüedad de la política latinoamericana.: un líder capaz de grandes reformas pero también de decisiones despiadadas y controvertidas. Con su muerte se cierra un capítulo importante para el Perú, un país aún dividido entre la memoria de un presidente que trajo estabilidad y la conciencia de haber vivido bajo un régimen de violencia y represión.