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Totò Schillaci ha muerto, adiós al héroe de las Noches mágicas de Italia '90

Totò Schillaci, símbolo del Mundial de Italia '90, falleció a los 59 años tras una larga batalla contra el cáncer. Icono del fútbol italiano, deja un legado imborrable en el corazón de los aficionados

Totò Schillaci ha muerto, adiós al héroe de las Noches mágicas de Italia '90

Salvatore “Totò” Schillaci, héroe de las Noches Mágicas de Italia '90, murió a la edad de 59, después luchó durante mucho tiempo contra el cáncer. Schillaci, nacido en Palermo el 1 de diciembre de 1964, falleció en el Hospital Cívico de Palermo, donde ingresó el 7 de septiembre de 2024. A pesar de algunos signos iniciales de mejoría, lamentablemente su estado continúa. Empeoró rápidamente en las últimas horas..

Schillaci, que se ha convertido en un símbolo del fútbol italiano gracias a sus extraordinarias actuaciones actuación en el Mundial de 1990, se había sometido a dos cirugías de colon y, aunque parecía haber superado la enfermedad, ésta había regresado. La ciudad de Palermo, para honrar a su campeón, puso a disposición el Estadio Renzo Barbera para la capilla funeraria, un homenaje a quienes representaron el orgullo de Palermo a nivel mundial.

Totò Schillaci, una batalla larga y dolorosa

A Schillaci le diagnosticaron cáncer de colon hace varios años, lo que lo llevó a someterse a un tratamiento y una cirugía. El propio Schillaci había compartió su drama públicamente en una entrevista, confesando cómo la enfermedad le había afectado profundamente, provocando que cayera en un estado de depresión. "El el mundo cayó sobre mí – dijo – tenía miedo de morir”.

A pesar de su enfermedad, Totò nunca quiso relajarse por completo. Afrontó su viaje con valentía, participando incluso en programas de televisión como Beijing Express, que parecía simbolizar la vuelta a la normalidad. Sin embargo, en las últimas semanas el tumor ha tomado la delantera, provocando un empeoramiento irreversible.

Totò Schillaci: de los campos de Palermo a la gloria mundial

Schillaci, nacido y criado en el barrio de San Giovanni Apostolo de Palermo, Inició su carrera en las juveniles del Amat Palermo.. Palermo intentó comprarlo junto con su compañero Carmelo Mancuso, pero la oferta de 28 millones de liras fue rechazada por Amat, que pidió 35 millones. En el 1982 Schillaci se traslada a Messina, en la Serie C2, y en la temporada 1985-86 contribuyó con 11 goles al ascenso a la Serie B. Permaneció en el equipo giallorossi hasta 1989, año en el que sus actuaciones llamaron la atención de los grandes clubes. Fue la Juventus quien apostó por él, comprándolo por 6 mil millones de liras. En su primera temporada con los bianconeri, Totò marcó 15 goles, contribuyendo a la victoria de la Copa de Italia y la Copa de la UEFA.

Pero fue durante el mundial de italia '90 que Schillaci se convirtió en una leyenda. Convocado como suplente, participó en el primer partido contra Austria e inmediatamente marcó el gol de la victoria. A partir de ese momento pasó a ser propietario y marcó en todos los partidos posteriores de los Azzurri, llevando a Italia a la semifinal. A pesar de no ganar el Mundial, Schillaci consiguió el título de máximo goleador con seis goles y el de mejor jugador del torneo, quedando para siempre en el corazón de los italianos como el hombre que había hecho soñar a toda una nación.

Decadencia y renacimiento en el extranjero: del Inter a Japón

Después de las glorias del Mundial, la carrera de Schillaci despegó parábola descendente. Con la Juventus los resultados fueron bajando progresivamente y, tras la llegada de Gianluca Vialli, Totò fue vendido al Inter en 1992 por 8,5 mil millones de liras. En Milán, a pesar de marcar 11 goles en dos temporadas, no logró brillar como en el pasado y abandonó el club en 1994.

En ese momento, su carrera tomó un rumbo inesperado: se mudó a Japón, donde jugó para el Júbilo Iwata. Fue uno de los primeros futbolistas italianos en disputar ese campeonato, contribuyendo a la victoria de la J. League en 1997, antes de sufrir una lesión que le obligó a retirarse definitivamente en 1999. Tras retirarse, Schillaci regresó a Palermo, donde se dedicó Se dedica al emprendimiento y la televisión, participando también en reality shows y películas.

Totò Schillaci, después del fútbol, ​​se convirtió en un icono cultural

Schillaci no era sólo un futbolista. Con el paso de los años, su figura ha traspasado los límites del terreno de juego, convertirse en un ícono cultural. Tras retirarse, participó en varios programas de televisión, entre ellos L'Isola dei Famosi y Peking Express, y actuó en películas como Love, Lies y Football. También publicó una autobiografía titulada “El gol lo es todo”, en la que relata su extraordinaria carrera y su vida fuera del fútbol.

De vuelta en Palermo, también se dedicó a la política, postulándose para Forza Italia como concejal de la ciudad en 2001. Aunque su carrera política fue corta, continuó siendo una figura destacada en su ciudad, participando en actividades sociales y promoviendo el fútbol entre los jóvenes.

Deja atrás a tres hijos, Jessica, Mattia y Nicole, y un vacío inllenable en los corazones de quienes lo conocieron y amaron.

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