El primer ministro Mario Monti no cree que "sea posible un mayor cumplimiento de su mandato y, en consecuencia, ha expresado su intención de dimitir". Lo escribe el Quirinale en una nota al final de la reunión entre el primer ministro Mario Monti y el jefe de Estado Giorgio Napolitano. El presidente del Gobierno comprobará cuanto antes si las fuerzas políticas que no pretenden asumir la responsabilidad de provocar el ejercicio provisional -agravando aún más las consecuencias de una crisis de gobierno, incluso a nivel europeo- están preparadas para competir a tiempo por la aprobación breve de las leyes de estabilidad y presupuesto. Acto seguido, el Primer Ministro, oído el Consejo de Ministros, formalizará su dimisión irrevocable en manos del Jefe de Estado.
La noticia de inmediato provocó reacciones en el mundo político. “Ante la irresponsabilidad de la derecha –dice el secretario del Partido Demócrata Pierluigi Bersani– que traicionó el compromiso asumido hace un año frente al país, abriendo efectivamente la campaña electoral, Monti respondió con un acto de dignidad que respetamos profundamente . Estamos listos para trabajar por la aprobación de la ley de estabilidad lo más rápido posible”. El líder de la UDC, Pier Ferdinando Casini, tuiteó de inmediato: "Aquellos que pensaron que podían obligar a Monti a flotar ahora están servidos". Mientras que Italo Bocchino, de Futuro e Libertà, siempre en Twitter comenta: “Estamos con el presidente Monti. De Berlusconi y Alfano Actitud irresponsable que nos expone a grandes riesgos. Ahora todo cambia.” El comentario de Daniela Santanchè (PDL) es de otro tenor: “¿La renuncia de Monti? Es el primer resultado que ya logra Berlusconi. Es un gesto que realmente aprecio. Del último año de acción de Monti, este es el gesto que más aprecio. Hizo lo correcto." Dura la reacción del Pdl: "Da Monti fue una grave impropiedad, gobernó sobre todo gracias a nosotros".