Buscando confirmaciones. Tras el decepcionante empate ante Carpi, el Milan intenta encontrar de nuevo una sonrisa en Verona (17 horas), con la esperanza de que el resultado y la actuación sean mucho más convincentes. Hay puntos importantes en juego para defender la sexta plaza (el Sassuolo vuelve al menos 1) pero también, si no sobre todo, la posición de Cristian Brocchi, fatalmente ligada al juego y los resultados.
“Los jugadores pueden hacer mucho más – explicó el técnico en la rueda de prensa. – Se ha visto algo desde el punto de vista de la posesión del balón, por estéril que haya sido. Sin embargo, si no comenzamos a jugar entendiendo que podemos controlar los partidos, no podremos pasar al siguiente paso, después de todo, es normal estar así: hemos trabajado muy poco juntos, todavía necesitamos tiempo. ".
Pero la paciencia, como sabemos, no es realmente el principal talento de Berlusconi, por eso hoy, ante un Verona colista y casi relegado, los errores no están permitidos. El Milan intentará liderar el partido como ante Carpi pero sin cometer los mismos errores: posesión de balón estéril e imprecisa, tiros a puerta con cuentagotas.
“Cada jugador debe tener la llama encendida y querer ser el protagonista – continuó Brocchi. – Yo soy de la opinión de que esta llama existe pero no hemos podido convertirla en un gran incendio. Hemos trabajado mucho estos días, la idea es empezar el partido con mucha agresividad para dar una señal inmediatamente a los rivales”.
Respecto al jueves habrá varios cambios y no solo por lo inadecuado de la actuación. Bonaventura y Bertolacci están lesionados, Alex y Balotelli descalificados: el proyecto Brocchi, en definitiva, pondrá en entredicho a los intérpretes inicialmente dejados en boxes. Lo único que no se cuestiona es la forma, ese 4-3-1-2 que quería Berlusconi y principal motivo de la exención de Mihajlovic.
“Me hace sonreír que los únicos que no han digerido este sistema están fuera de nuestro vestuario – comentó Brocchi. – Deberían ser los jugadores, por si acaso, los que me dicen que no se encuentran bien, en cambio están muy contentos. Habrá algunas ausencias en Bentegodi, es cierto, pero a pesar de eso quiero ver ánimo y determinación".
Los intérpretes del 4-3-1-2 rossoneri serán Donnarumma en la portería, Abate, Mexes (favorito sobre Zapata), Romagnoli y De Sciglio en defensa, Kucka, Montolivo y Josè Mauri en el centro del campo, Honda en el trocar detrás de la ofensiva dupla Menez-Bacca, este último perdonado tras una disculpa al entrenador y compañeros.
“Fue una escena muy hermosa, me conmovió – dijo Brocchi. – No hay problemas entre nosotros, al contrario espero de él una prueba de orgullo”. Lo mismo que pedirá Delneri a su Verona, ahora prácticamente relegado (también quedará relegado a las matemáticas en caso de no ganar esta tarde) y decidido a centrarse en el futuro.
Los Gialloblù intentarán sacarle una sonrisa a Bentegodi con el habitual 4-4-2, con Gollini en la portería, Pisano, Bianchetti, Moras y Albertazzi en defensa, Wszolek, Marrone, Ionita y Rebic en el centro del campo, Gómez y Pazzini en ataque.