Angela Merkel supera el obstáculo de los migrantes. La canciller alemana y el líder de la CSU han llegado a un acuerdo en el espinoso tema de los centros de acogida para inmigrantes. Merkel ha conseguido así desactivar la mina más insidiosa para su gobierno y evitar la crisis. Horst Seehofer seguirá siendo ministro del Interior. El acuerdo fue anunciado el lunes por la noche, después de un largo día de negociaciones y después de eso la ruptura había parecido inevitable tras la intención del líder bávaro de dimitir. El "halcón" conservador Wolfgang Schaeuble también había impulsado la búsqueda de un compromiso: "La Unión está al borde de laabismo“, había advertido la exministra de Finanzas de Angela Merkel.
Un "buen compromiso". Es una solución "para salvaguardar el espíritu europeo" y "poner orden" en los movimientos secundarios", según la canciller y un “acuerdo sostenible“, para su contrincante: estos son los candentes comentarios de los dos protagonistas. Todavía hay un margen de incertidumbre a la espera de que los socialdemócratas (SPD) les hagan saber si aceptarán o no el acuerdo alcanzado. En tanto, fueron los secretarios generales de los dos partidos quienes explicaron que en el "centros de transito“, en la frontera con Austria, tendrán como destino los inmigrantes secundarios registrados en otros países de la UE pero que luego llegan a Alemania.
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“El Consejo Europeo demostró que se pueden tomar medidas nacionales pero en colaboración con otros países europeos”, explicó Merkel. "Y eso es exactamente lo que vamos a hacer", agregó. La canciller ha subrayado que poner orden en los movimientos secundarios, y respetar el espíritu europeo, "es y ha sido siempre importante para mí".
El acuerdo, como se dijo, se referiría a las "zonas de tránsito para la devolución de migrantes". Estos serían centros cerrados que se establecerían en la frontera entre Austria y Baviera, donde las solicitudes de los solicitantes de asilo serían examinadas con procedimientos rápidos. Ante cualquier negativa, los rechazos procederían de inmediato, como en los procedimientos aeroportuarios. Esta es una idea ya examinada en 2015, en plena crisis migratoria, pero que fue rechazada en su momento por la resistencia de la Velocidad.
Ante el compromiso alcanzado, la ministra Seehofer retiró su dimisión y mira a octubre, cuando se celebrarán las elecciones bávaras, con una flecha más en el arco para contrarrestar el avance de la extrema derecha de la AfD.