El fin de semana de los veredictos. No por el campeonato obviamente, aunque la tercera jornada nos deparará dos grandes partidos, sino por el mercado de fichajes, que ya ha llegado a la meta. Cierra el lunes a las 20h, pero está claro que nadie quiere llegar realmente al último día para asegurar sus objetivos, dentro y fuera. La mayor parte ya se ha hecho, pero todavía hay muchos acuerdos en curso y esto concierne a todos, sin excepción.
Juventus, por ejemplo, está tratando de colocando la estocada decisiva sobre Federico Chiesa, su gol hace ya un año. Entonces Commisso, tan pronto como asumió el cargo en Florencia, dijo que no, pero esta vez, gracias a una crisis económica muy grave, está dispuesto a renunciar a su protegido. La Dama ha puesto 55 millones en el plato, aunque todavía hay que encontrar la fórmula: Paratici apuesta por una operación al estilo Morata (dos años cedido de 10 millones por temporada, los otros 35 en 2023), Commisso en cambio quisiera para cobrar la cantidad entera un año antes. Pero lo que frena el matrimonio entre Chiesa y la Juve, al menos de momento, no son las formas de pago, sino la dificultad para vender a Khedira y Douglas Costa. De hecho, son los últimos despidos del conjunto juventino (Rugani aceptó la cesión al Rennes): sin estos traspasos Paratici no podrá formalizar ninguna otra compra. Después de todo, "primero vender, luego comprar" es el verdadero mantra de este mercado, como también se vio en Milán por parte del Inter.
Marotta está a un paso de desbloquear la venta de Nainggolan al Cagliari (5 millones más dos jóvenes) y mientras tanto cerraba la operación del Darmian, comprado directamente al Parma por 2,5 millones. Ahora le toca a Dalbert (Rennes) y Asamoah (Sassuolo), tras lo cual el director ejecutivo nerazzurro intentará atacar a Marcos Alonso, el último deseo de Conte (en cambio se rindió ante Kanté) para intentar ganar algo.
Horas calurosas también en el Milán, donde tras la agotadora clasificación en la Europa League toca completar la plantilla con un central y un centrocampista. Mientras tanto, los rossoneri se han apuntado un trato sorpresa: se trata de Diogo Dalot, lateral fichado por el Manchester United cedido y llegando ya hoy a Milán, una operación tras la marcha de Conti, ahora muy cerca de la Fiorentina. Volviendo al central Maldini, tras haber abandonado las pistas de Milenkovic y Tomiyasu, apunta a uno entre Nastasic, Pezzella y Rudiger: para el primero, sin embargo, el Schalke 04 pide una compra permanente, para el segundo, la Fiorentina no está satisfecha con los 10 millones ofrecidos, por lo que el tercero, por el que el Chelsea se ha abierto a préstamo, parece haber tomado la dirigir. En la mediana, sin embargo, el candidato siempre está bakayoko, pero ojo con el Napoli de Gattuso, casualmente su entrenador en la época del Milan. El técnico azul lo ha puesto en el punto de mira, por eso Giuntoli ha hecho una oferta al Chelsea, pero sobre todo al jugador (dos años de contrato por valor de 2 millones por temporada) que, a su vez, se lo está pensando.
En definitiva, los rossoneri deben darse prisa, como la Roma para Smalling: el regreso del inglés parecía hecho, pero el Manchester United sigue exigiendo 20 millones, frente a los 15 que ofrecen los giallorossi. Sin embargo, no hay problema para Borja Mayoral, desde ayer oficialmente a disposición de Fonseca, aunque evidentemente no para el partido de esta noche en Udine (20.45 horas). Un partido que había que ganar a toda costa, ya que, entre los resultados sobre el césped y sobre la mesa, la Roma sólo sumó un punto en dos jornadas. “Será un desafío muy diferente al de la Juve, tendremos que tener paciencia y elegir el mejor momento para atacar”, comentó el entrenador de los giallorossi. – No me fío del Udinese, defiende bajo y siempre está dispuesto a salir al contraataque: todos los grandes han tenido dificultades en ese campo”.
Sin embargo, dado el impulso del equipo de Gotti (dos derrotas en otros tantos partidos) se puede decir que el Roma se ve obligada a ganar, de lo contrario la parada será muy pesada. Fonseca contará con el ya habitual 3-4-2-1 con Mirante en la portería, Mancini, Ibáñez y Kumbulla en defensa, Santon, Pellegrini, Veretout y Spinazzola en el centro del campo, Mkhitaryan y Pedro detrás del solitario delantero Dzeko. Sistema de juego de ordenanza también para el Udinese, por tanto 3-5-2 con Musso entre los postes, Becao, De Maio y Samir en la zaga, Ter Avest, Coulibaly, Arslan, De Paul y Ouwejan en el centro del campo, Lasagna y Nestorovsky en ataque .