comparte

Mélenchon cada vez más solo: el maximalismo no paga, los socialistas se distancian y rechazan la moción anti-Bayrou

Al llevar demasiado lejos los límites del maximalismo, Jean-Luc Mélenchon ha sufrido derrota tras derrota. De esta manera destrozó el Nuevo Frente Popular, empujando a los socialistas a distanciarse y aceptar el desafío del primer ministro Bayrou sobre la gobernabilidad. Un anticipo de lo que sucederá en las elecciones presidenciales de 2027, cuando los socialistas finalmente recuperarán su autonomía en la izquierda.

Mélenchon cada vez más solo: el maximalismo no paga, los socialistas se distancian y rechazan la moción anti-Bayrou

"The Nuevo Frente Popular “Está muerto, viva la izquierda”, titula con satisfacción. LeJournal.info, el sitio más atractivo de la La izquierda reformista francesa que nunca ha dejado de vitorear la independencia de los socialistas y el claro distanciamiento del maximalismo de Jean-Luc Mélenchon que ha acumulado derrota tras derrota, terminando por hacer estallar el Nuevo Frente Popular. Rechazo de la moción de censura presentada por Mélenchon contra el Primer Ministro François Bayrou Fue sólo el último episodio de una estrategia completamente fallida. Una estrategia la de Mélenchon quien, desde la apertura de las urnas el 7 de julio, ha rechazado cualquier compromiso, es decir, la sal de la política, a pesar de no haber obtenido la mayoría absoluta. Era inevitable que tarde o temprano los socialistas se rebelaran contra su destino de seguidores de un equipo perdedor y eso fue exactamente lo que, a pesar de mil reparos, ocurrió. “Los insumisos de Mélenchon gritan, los socialistas trabajan”, declaró el diputado socialista Jérôme Guedj y sus palabras son una síntesis perfecta de la situación. Los socialistas han descubierto finalmente la importancia del compromiso político frente al maximalismo de las palabras de Mélenchon y han apostado por el desafío de la gobernabilidad optando por una apertura moderada al primer ministro Bayrou, que así pudo llevarse a casa la aprobación del presupuesto 2025, para presionarlo sobre las opciones que más interesan a la izquierda reformista, desde la revisión de la reforma de las pensiones, pasando por el aumento de impuestos para los más ricos hasta las medidas de apoyo al trabajo. Obviamente, la división del Frente Popular conducirá a dos candidatos alternativos de izquierda en las elecciones presidenciales de 2027 –reformistas versus maximalistas–, y los macronianos tienen buenas posibilidades de inclinar la balanza y frenar el ascenso de la derecha de Le Pen.

Revisión