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Marcegaglia sobre el artículo 18: "No queremos abolirlo sino protegernos de los holgazanes"

El presidente de Confindustria ha tomado una posición clara respecto al debate de la reforma laboral: "Queremos poder despedir a la gente que no hace bien su trabajo y tener un sindicato que no proteja a los trabajadores ausentes" - Los sindicatos respondieron de inmediato - Camusso : “Negociación inmediata, sus declaraciones nos ofenden”.

Marcegaglia sobre el artículo 18: "No queremos abolirlo sino protegernos de los holgazanes"

La reforma del artículo 18 no pretende enviar a casa indiscriminadamente sino dar la posibilidad de "despedir a las personas que no hacen bien su trabajo". Así comenta la presidenta de Confindustria, Emma Marcegaglia, la reforma laboral en fase de negociación entre el Gobierno y los agentes sociales. “No queremos derogar el artículo 18″, dijo Marcegaglia, “debe quedar el reintegro para los casos discriminatorios, pero nos gustaría tener un sindicato que no proteja a los ausentes crónicos, a los ladrones y a los que no hacen su trabajo".

La cigl inmediatamente respondió que las declaraciones del presidente de Confindustria son falsas y que la defensa del art. 18 no quiere proteger a los ociosos. La secretaria Susanna Camusso invitó a Mercegaglia a desmentir sus declaraciones: “Soy declaraciones falsas que ofenden el papel del sindicato confederal", agregó. ella también asistió Cis, cuyo secretario general, Raffaele Bonanni, declaró: "La Marcagaglia haría bien en especificar de qué sindicato está hablando". Mientras que el secretario de pdci-fds encuentra que las palabras del presidente de los industriales son "una violencia inaudita" y que destilan "un odio de clase muy fuerte".  

A pesar del acalorado debate, la reforma deberá estar hecha en marzo, con o sin acuerdo con los interlocutores sociales. Y para Marcegaglia, el gobierno tiene razón en seguir adelante, incluso sin el acuerdo. Sin embargo, declaró que no hay que tocar las redes de seguridad social durante "al menos dos años", dada la difícil situación económica en la que se encontrará el país hasta 2013. El sistema actual está funcionando, pero, añadió, "los industriales no son reacios a pensar en una nueva arquitectura" del mismo. 

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