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Lugana Armonie Senza Tempo: en los jardines de Palazzo Brancaccio para descubrir el lado sensorial de uno de los vinos emblemáticos del Lago de Garda

Cuarenta bodegas cuentan la historia de un territorio que ha hecho de la calidad, la sostenibilidad y la hospitalidad sus valores fundacionales. La denominación, nacida en 1967, la primera DOC de Lombardía, es hoy un referente mundial con exportaciones que superan el 60%.

Lugana Armonie Senza Tempo: en los jardines de Palazzo Brancaccio para descubrir el lado sensorial de uno de los vinos emblemáticos del Lago de Garda

Los jardines del Palacio Brancaccio de Roma se convertirán el martes 10 de junio en el escenario de un viaje sensorial para descubrir uno de los vinos blancos italianos más característicos y longevos a orillas del Lago de Garda: Lugana DOC.

Lugana Armonie Senza Tempo no es solo un evento dedicado al vino. Es una experiencia inmersiva que combina el gusto y la narración, la cultura local y el buen vivir. Más de 40 bodegas presentarán más de 100 etiquetas en una gran cata abierta al público, un viaje a través de tonos amarillos, toques cítricos, hierbas y almendras, aromas a pedernal y una suavidad aterciopelada que transmiten toda la identidad de Garda.

Lugana —señalan los organizadores— no es solo un vino, es una visión. Proviene de un territorio equilibrado entre el Véneto y la Lombardía, abrazado por el lago de Garda, donde la naturaleza crea un microclima perfecto: brisas constantes, arcilla glacial y Turbiana, una cepa autóctona que interpreta fielmente esta sinfonía ambiental. Es un vino que encarna frescura, mineralidad y estructura. Sus cinco almas estilísticas: Spumante, d'Annata, Superiore, Riserva, Vendemmia Tardiva, cinco maneras diferentes de narrar un mismo lugar, a través del tiempo y de la copa.

 Detrás de cada botella, una historia familiar, de visiones artesanales, de generaciones que innovan sin olvidar jamás la tierra. El Consorcio Tutela Lugana DOC, con sus 214 miembros y más de 28 millones de botellas producidas, es el alma de esta denominación nacida en 1967: la primera DOC de Lombardía, una de las primeras de Italia, hoy embajadora en el mundo con exportaciones que superan el 60%.

Traer Lugana a Roma, en el evocador marco del Palazzo Brancaccio, significa mucho más que presentar un vino: significa contar la historia de un territorio que ha logrado hacer de la calidad, la sostenibilidad y la hospitalidad sus valores fundamentales. «Harmonie senza tempo» es una invitación a descubrir no solo la belleza de Garda y la riqueza de nuestra denominación, sino también una forma de vida que se centra en la esencia del tiempo, el placer del encuentro y la cultura del bienestar. Lugana es esto: un puente entre lugares, personas e historias», comenta Fabio Zenato, presidente del Consorcio de Lugana.

La zona de la DOC Lugana es uno de los destinos enoturísticos más inmersivos de Europa, donde la experiencia vinícola se fusiona con la cultural, paisajística y sensorial. En este territorio, el vino es mucho más que un producto para degustar: es una invitación a relajarse, a conectar con la naturaleza, a escuchar el ritmo de la tierra y sus frutos. Puede participar en catas al atardecer entre las hileras, recorrer los senderos del proyecto Lugana On Foot, el primer itinerario certificado Iter Vitis del Consejo de Europa, o explorar el territorio en bicicleta con un guía que le explicará el vino entre una parada y otra. Vendimias en familia, picnics entre viñedos con productos de kilómetro cero, cursos de cocina local en la bodega y clases de yoga entre las hileras son solo algunas de las actividades que se ofrecen, ideales para quienes buscan autenticidad y renovación.

 En muchas bodegas se puede dormir, cenar, relajarse en un spa de vinos o pasear por los jardines panorámicos, respirando la esencia misma de Garda. Algunas empresas ofrecen itinerarios olfativos en museos del vino, otras ofrecen tratamientos de bienestar con vinoterapia, sesiones de meditación o experiencias sensoriales con música, donde la copa acompaña cada nota.

 Este territorio es también un observatorio privilegiado de las nuevas tendencias del turismo experiencial: aquí se puede experimentar una forma de hospitalidad activa, refinada pero informal, donde el enoturismo se combina con el turismo lento, deportes suaves (senderismo, ciclismo, golf, piragüismo), excelente gastronomía y artesanía local. El tiempo se expande, se alarga, se saborea, se vive.

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