Se habla de una nueva precariedad digital. Allá economía de gig online en nuestro país ha experimentado un auge en los últimos años debido principalmente a la pandemia del Covid. Los llamados "empleos eventuales para completar", sin embargo, conciernen solo a una pequeña porción de los trabajadores de la plataformas digitales: para el 80,3% es una fuente importante si no esencial de sustento, mientras que para el 48,1% (igual a 274 mil sujetos) representa la actividad principal y en ausencia de alternativas de empleo (para el 50,7%). Pero solo el 11% tiene un contrato de trabajo. Es, por tanto, un trabajo pobre y frágil.
Es la fotografía del resumen de políticas "Trabajo virtual en el mundo real: los datos de la encuesta Inapp-Plus sobre los trabajadores de plataformas en Italia", que ofrece un mapeo nacional de los trabajadores de plataformas en Italia en todas sus diversas manifestaciones.
La encuesta ha implicado a más de 45 personas entrevistadas y anticipa sus datos a pocos días de la presentación de la propuesta del pasado 9 de diciembre de directiva del Comisión Europea para la mejora de las condiciones laborales en las plataformas, desmontando los mitos de la economía colaborativa. Las plataformas digitales atraen cada vez más formas de trabajo rígidamente controladas (en términos de tiempos y métodos), muchas veces remuneradas a destajo (50,4% de los casos) y cuyas ganancias son esenciales para quienes las realizan.
intervino en la propuesta sebastián fadda, presidente del Inapp, subrayando lo importante que es regular y proteger el trabajo de las plataformas. “En este nuevo contexto, hasta cinco millones y medio de trabajadores digitales en Europa podrían ser reclasificados como trabajadores subordinados, gozando así de algunos derechos básicos (entre ellos salario mínimo, jornada laboral, seguridad y salud en el trabajo, formas de seguro y protección social) hasta ahora negado. Estas garantías permitirían no sólo equilibrar de manera más equitativa el interés de los usuarios de dichos servicios con el derecho a condiciones de trabajo dignas, sino también asegurar condiciones de competencia más sanas en los distintos mercados y una mayor transparencia fiscal”.
Volviendo a la encuesta, en el periodo 2020/21 hay 570.521 trabajadores de plataformas digitales. No se trata solo de dioses jinete, sino de un conjunto heterogéneo de actividades que van desde la entrega de paquetes o comidas a domicilio hasta la realización de tareas en línea como traducciones, programas informáticos, reconocimiento de imágenes. Representan el 1,3 de la población de 18 a 74 años, o el 25,6% del total de los que ganan a través de internet.
A estos hay que sumar los que venden productos (plataformas publicitarias) o alquilan bienes propios (plataformas de productos) para un total de 2.228.427 personas (5,2% de la población entre 18 y 74 años) que declaran haber obtenido ingresos a través de plataformas digitales entre 2020 y 2021.
EL IDENTIKIT DEL TRABAJADOR DE PLATAFORMA
Las tres cuartas partes de los trabajadores de plataformas son hombres. Siete de cada diez tienen entre 30 y 49 años, concentrándose los jóvenes entre 18 y 29 años mayoritariamente en la categoría de trabajadores ocasionales. La cualificación educativa no es especialmente diferente a la de la población general, salvo una mayor presencia de titulados.
Según la encuesta, sin embargo, quienes trabajan a través de plataformas como actividad principal tienen mayores niveles de educación (al menos un diploma), mientras que quienes lo hacen ocasionalmente tienen menor calificación educativa. El 45,1% de los trabajadores de plataforma pertenecen al tipo "pareja con hijos", pero la proporción sube al 59,1% en el caso de los trabajadores que consideran el trabajo de plataforma una actividad secundaria. Por el contrario, las personas que colaboran ocasionalmente con una plataforma son más solteras (37,9%).
EL CARPORALATO DIGITAL
El trabajo en plataformas también se presta a condiciones de autonomía reducida y sospechas de relaciones irregulares, o incluso fenómenos de "caporalato". Cerca de tres de cada diez trabajadores no tienen uno contrato escrito, el 26% no gestiona directamente la cuenta de trabajo para acceder a la plataforma y para el 13% el pago lo gestiona otra entidad externa. Además, cabe señalar que el 72% tuvo que pasar por una prueba de evaluación para poder trabajar con la plataforma.
ESCLAVOS DEL ALGORITMO
El sistema más extendido para evaluar el trabajo realizado es el vinculado al número de compromisos o encargos realizados (59,2% de los casos) seguido de la opinión de los clientes (42,1%). Esto confirma que para muchos trabajadores de plataformas no es auto-empleo pero dependiente.
En cuatro de cada diez casos, una evaluación negativa o indisponibilidad para realizar las tareas corresponde a un empeoramiento del tipo de trabajo asignado, con una reducción de las oportunidades laborales más rentables en comparación con el conjunto de tareas (40,7%). Además, la valoración negativa hace que el 4,3% de los trabajadores no paguen el servicio realizado, hasta llegar a la "desconexión forzosa" de la plataforma en el 2,8% de los casos, una suerte de despido oculto.