El 2023 era un año negro para la Bolsa de Londres, con un número récord de 294 advertencias de ganancias lanzado por empresas que cotizan en el Reino Unido. Esta fotografía tomada por relación conjunta di Ernst & Young (Oye) y Partenón revela que casi una de cada cinco empresas informó de dificultades financieras, lo que eleva el porcentaje al 18,2%, un aumento respecto al 17,7% en 2008, el año de mayor crisis financiera.
La crisis económica que ha afectado a las empresas británicas ha sido impulsada principalmente por altos costos de financiamiento y desde confianza vacilar está entre empresas que entre Los consumidores. A principios de año, la crisis afectó principalmente a las medianas y pequeñas empresas, consideradas las más vulnerables a las fluctuaciones de la demanda. Sin embargo, en el cuarto trimestre de 2023 la crisis se extendió a las grandes empresas: un tercio de las empresas en dificultades facturaban más de mil millones de libras esterlinas. Una señal inequívoca de lo rápido que ha empeorado la situación.
Los culpables: tipos elevados y costes en alza
Las empresas citaron principalmente lacostos altísimos y L 'aumento en las tasas de interés como las principales causas de los problemas financieros. El alto costo del dinero ha frenado las inversiones, mientras que la inflación y el alto costo de la vida han socavado la confianza de los consumidores.
jorobinson, jefe de estrategia de recuperación y reestructuración para el Reino Unido e Irlanda de Ey-Parthenon, destacó que “la incertidumbre generalizada en 2023 ha creado serios desafíos para las empresas en cuanto a ganancias y previsiones”. Aunque las presiones sobre los costos disminuyeron algo hacia finales de año, el aumento persistente de las advertencias indica una continua renuencia a realizar gastos discrecionales.
Repercusiones en el sector minorista
Los retrasos en los contratos y en las decisiones provocaron el 25% de las advertencias de beneficios, afectando principalmente a los sectores industrial y de bienes de consumo. En el sector minorista, dos de cada cinco empresas han emitido advertencias útiles, destacando la actual crisis de los consumidores que ha obligado a los británicos a apretarse el cinturón.
A pesar de una ligera mejora hacia finales de año a medida que la inflación disminuyó, los consumidores se mantuvieron cautelosos. El gasto en bienes no esenciales como ropa, electrodomésticos o calzado siguió desacelerándose.
Otro dato preocupante es que durante el año, hasta 39 empresas cotizadas lanzaron tres o más avisos de beneficios, lo que indica la persistencia de las dificultades financieras y la necesidad de afrontar una serie de desafíos internos y externos.
Perspectivas inciertas para 2024
Le Las previsiones para la 2024 restano incierto, y Ey subraya la debilidad económica y el temor a una recesión aún presente. Se espera una brecha cada vez mayor entre las empresas capaces de capitalizar las oportunidades de crecimiento y las que se ven frenadas por presiones de ganancias, dificultades para obtener financiación y costos de capital aún elevados.
Robinson concluyó diciendo que “las empresas esperan una caída más rápida de la inflación y las tasas de interés, pero muchos otros factores determinarán si se produce un aterrizaje suave para la economía”. Si bien 2024 puede traer cierto optimismo, los desafíos geopolíticos, las interrupciones de la cadena de suministro, la incertidumbre electoral y un crecimiento aún débil siguen siendo obstáculos importantes. La próxima reunión del Banco de Inglaterra, programado para Jueves 1 de febrero, será crucial para la definición de futuras políticas financieras.