134 años después de la encíclica "Rerum novarum“, con lo cual Papa León XIII plantea la fundamentos de la doctrina social de la Iglesia, los problemas surgidos en aquel lejano 1891 se han magnificado enormemente. El crecimiento los ha magnificado. dominio de la técnica que Heidegger definido como elbúsqueda del máximo terminar con el mínimo uso de medios. El proceso se ha desarrollado a una velocidad mucho mayor que la capacidad de las instituciones para gobernarlo y remediar los desequilibrios que inevitablemente surgen. Como resultado, en nuestra época la quinta parte más rica de la población mundial consume el 80% de los recursos disponibles; La concentración de la riqueza es tal que quienes ocupan los primeros puestos en los rankings mundiales tienen mayores activos que muchos de los estados en que se divide nuestro planeta. Y si se nos permite una ejemplo de nuestra casa:el poder adquisitivo de Los sueldos y salarios no alcanzan los de hace diez años, Mientras que la dividendos recibidos por los accionistas Las treinta empresas que componen el índice principal de la Bolsa italiana no han hecho más que aumentar y este año aumentarán aún más un buen 12 por ciento en comparación con 2024.
El triunfo del capitalismo y la impotencia de la política
Estos datos muy breves son suficientes para concluir que No es posible seguir así sin efectos devastadores como guerras comerciales, guerras abiertas, amenazas crecientes a la democracia, revueltas populares, el surgimiento de regímenes autoritarios y quién sabe qué más. Allá política, tanto de los Estados individuales como de las organizaciones internacionales, parece impotente, sujeta como está a un consenso que depende cada vez más directamente de la propaganda mediática y, por tanto, del interés inmediato más que del de acciones de mayor alcance y horizonte más largo. Se ha observado que la La lucha de clases está superada no sólo y no tanto porque ya no existen clases, sino porque terminó con la victoria del capital y la derrota de los trabajadores. El golpe final lo determinó el la globalización lo cual, si bien ha permitido a las empresas de los países más avanzados producir a costes del Lejano Oriente para vender a precios occidentales, ha desatado una competencia en los precios –y por tanto en los costes, y por tanto en la remuneración del trabajo– que recuerda las palabras del Papa Pío XI: «la hegemonía económica ha sustituido a la libertad del mercado; Al afán de lucro le siguió la codicia desenfrenada de dominación; “Y toda la economía se ha vuelto terriblemente dura, inexorable y cruel”. El capitalismo, por supuesto, no es sólo eso, pero no hay duda de que también lo es.
De la Revolución Industrial a la Era de la Inteligencia Artificial
Siempre debido a que el progreso técnico y tecnológico avanza a una velocidad que excede la capacidad de controlarlo, ahora Se avecina una revolución nueva y más radical: la deinteligencia artificial. Su connotación que merece la pena subrayar aquí es que ya no sustituye actividades manuales, sino algunas de las funciones más nobles de la mente humana, llegando a rozar la creatividad y la abstracción. Y luego el La pregunta es:Si la posibilidad de sustituir el trabajo manual por máquinas ha producido ciertamente una reducción de la fatiga, pero también una competencia entre máquina y trabajador, degradando el valor ético y económico del trabajo, ¿qué podemos esperar de la difusión de máquinas capaces de sustituir funciones cada vez más intelectuales y sofisticadas? Y si hasta ahora la sustitución del trabajo manual por máquinas ha reducido más la demanda de trabajo humano que la carga de trabajo de los trabajadores individuales (salvo algunas tímidas iniciativas de reducción de horas manteniendo el mismo salario, como últimamente ha ocurrido en España), ¿qué podría ocurrir con la sustitución del trabajo intelectual por actividades cada vez más sofisticadas? Ya no es una cuestión de reequilibrio de la distribución entre el capital y el trabajo de las ganancias resultantes de la automatización del trabajo manual; Se trata también de la dignidad del trabajo, de su valor ético y, por tanto, de la dignidad del trabajador como tal, como ser humano, sustituible por una máquina no para aliviar su cansancio, sino para preferir, precisamente, una máquina también para la actividad de su mente.
Un nuevo León para un mundo nuevo
Aquí: habiendo dicho esto, la incapacidad de los sistemas económicos y la acción política para abordar estas cuestiones intrincadas, pero fundamentales, parece que la nuevo Papa León XIV, tal vez con su propia encíclica. Ya no se trata de actualizar e integrar la “Rerum novarum”, como ya hicieron muchos sucesores de Pío XIII – desde Pío XI hasta Pablo VI, desde el Papa Roncalli hasta el Papa Wojtyla – sino de subvertir el enfoque Hasta ahora se ha buscado soluciones dentro de los sistemas actualmente dados y consolidados. El destino de la “Rerum novarum”, que en su momento presentó conceptos muy avanzados, si no revolucionarios, está ahí para advertirnos de que Se necesita un choque fuerte y violento para sacudir las conciencias y exigen medidas profundas por parte de quienes tienen responsabilidades de gestión y de gobierno. Obviamente, de la cátedra de San Pedro no se pueden esperar indicaciones operativas, pero su enseñanza puede aún tener incidencia en la cultura de la época y a este Papa se le atribuyen cualidades para poder ejercerla con fruto. “Vaste programa”, diría De Gaulle, pero la esperanza, independientemente de la fe, es el sello distintivo de la cultura cristiana.