El número uno de Intel, Brian Krzanich, se vio obligado a dimitir de su cargo de consejero delegado del grupo, abandonando también en paralelo el rol de miembro del consejo de administración. Así lo ha anunciado la compañía estadounidense explicando que su lugar será ocupado, con efecto inmediato, por el director financiero Robert Swan.
Sin embargo, Swan será "CEO interino", permaneciendo así en el cargo durante el período de transición necesario para que el gigante estadounidense encuentre otro consejero delegado.
En la base de la dimisión no habría problemas relacionados con su trabajo, sino motivos mucho más personales. De hecho, según se explica en una nota, la empresa de microprocesadores habría descubierto que Krzanich mantenía una relación sentimental con una empleada, conducta prohibida por la política de la empresa: “Una investigación en curso realizada por asesores internos y externos ha confirmado la violación de la política de Intel al respecto, que se aplica a todos los gerentes. A la luz de la expectativa de que todos los empleados respeten los valores de Intel y se adhieran al código de conducta del grupo, el directorio aceptó la renuncia de Krzanich”.
El ahora ex director ejecutivo dirigió el grupo durante cinco años después de ocupar el cargo de director de operaciones. Bajo su liderazgo, Intel experimentó un verdadero renacimiento, transformándose de un fabricante de chips de computadora a un proveedor de servicios de administración de datos. Krzanich, uno de los directivos mejor pagados de Estados Unidos, recibió 2017 millones de dólares en honorarios en 21
El presidente de Intel, Andy Bryant, dijo que la junta cree firmemente en la estrategia de Intel y confiamos en la capacidad de Bob Swan para liderar la empresa mientras buscamos a nuestro próximo director general.