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Vermiglio, la película revelación en la carrera por los Globos de Oro y los Oscar, regresa a los cines

Rojo como la sangre, blanco como la nieve. Maura Delpero, con el telón de fondo de la última guerra mundial, explora los lazos familiares con sabiduría y un léxico que habla trentino pero que habla de todos nosotros.

Vermiglio, la película revelación en la carrera por los Globos de Oro y los Oscar, regresa a los cines

Recién salido de su éxito veneciano (obtuvo el Gran Premio del Jurado en el último Festival) y de la buena acogida del público, regresó a los cines. bermellón, de Maura Delpero, recién llegada de su nominación a los Globos de Oro en la sexta lista de las mejores películas extranjeras y hace unos días también en la lista de las quince películas internacionales que compiten por elOscar 

Vermiglio es el nombre de un pueblo de montaña en Val di Sole, donde en el último año de la Segunda Guerra Mundial permanecían principalmente ancianos, mujeres y niños, mientras que los jóvenes trabajaban en el frente. El invierno es duro, la vida está marcada por ocupaciones campesinas y celebraciones litúrgicas que unen a la comunidad y fortalecen su identidad, con oraciones en latín memorizadas y floretes utilizados como medio de autocorrección. 

Cesare Graziadei (Tommaso Ragno, excelente), el maestro del pueblo, vive con su numerosa familia. Su esposa Adele (Roberta Rovelli) ya ha dado a luz diez veces pero tienen ocho hijos. El hombre letal se llevó a dos estrangulina, una enfermedad que en aquella época era letal para los recién nacidos. La vida es dura. Él, que nunca ha ofrecido a su mujer ni siquiera una flor por el nacimiento de sus hijos, intenta sin embargo que en casa nunca falte alimento para el cuerpo y el alma: estudios, algunos discos para poner en el gramófono, a pesar de la débil oposición de Adele, que cuenta las bocas que alimentar. Una verdadera camada de niños, compartiendo lecho y donde los mayores cuidan de los más pequeños, en el natural y milagroso equilibrio de la vida familiar.

La escritura de esta película es precisa y preciosa, rodada en estado de gracia y, a menudo, desde abajo, adaptada a los niños. La claridad de las imágenes (los planos generales sobre el valle, el lavadero con las cumbres nevadas al fondo, pero también los interiores de la escuela, la casa y la iglesia) corresponde a la de los personajes. 

Son tres hijas: Flavia, Ada y Lucía, diferentes pero unidas, que se apoyan y confían una en otra. Duermen juntas, juntas, y recuerdan a las mujercitas de marzo. Flavia es la más joven y la que más promete en sus estudios; Ada no basta con continuarlos, porque hay que sobresalir, dice el padre, para merecer el internado. Lucía, la mayor, se enamora, correspondida, de Pietro, un desertor de origen siciliano que trajo de vuelta a la ciudad al primo herido de los Graziadei y que se instala allí. ¿Pero huir de la guerra es cobarde o no?, pregunta alguien, juzgando mal al recién llegado. Es cierto, responden, que si todos fueran cobardes no habría más guerras. 

en película el conflicto y la sangre (roja) derramada permanecen fuera de la pantalla. Sin embargo, los signos están enmarcados, dejados en los veteranos que regresan cambiados para siempre, en las mujeres que cargan con el peso de la vida diaria, en los niños que se imaginan soldados, una vez mayores. Maura Delpero, en su segundo trabajo después de Maternal, premiado en Locarno en 2019, combina la perspectiva femenina con la masculina, paterna, en una historia familiar y coral que encaja perfectamente con las de la bergamasca Olmi y , por la dirección infantil del austriaco Haneke (a quien Delpero cita explícitamente entre sus referentes).

Y el fondo de esta obra intensa e inspirada, que habla de nosotros, es blanco: no como la cinta sino como la nieve que cubre las montañas y que Lucía, en un momento de felicidad, recorre ligeramente al son de las notas de un nocturno de Chopin. Y como la luz deslumbrante del día, que siempre sigue a la noche más oscura, en la alternancia natural de las estaciones de la vida. También está Vivaldi, sic, en la banda sonora, en una elección alegre y luminosa, más que didáctica. 

Coproducida por Cinedora del mismo director con Cine rai y, entre otras, las Film Commissions de Trentino y Tirol del Sur, está interpretada por un extraordinario grupo de actores (Tommaso Ragno, Carlotta Gamba, Sara Serraiocco, Martina Scrinzi) y de profesionales no profesionales reclutados en los lugares de rodaje y magníficamente dirigidos. Cine puro, que se merecerá todos los premios que están por venir.

En la habitación

Producción: Italia, Bélgica, Francia 2024, Director y guión: Maura Delpero, Montaje: Gianluca Mattei, Fotografía: Michail Kričman, Actores principales: Tommaso Ragno, Roberta Rovelli, Martina Scrinzi, Giuseppe De Domenico, Carlotta Gamba, Sara Serraiocco.

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