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La ofensiva ucraniana en Kursk: un "verdadero dilema" para Putin, según el presidente estadounidense Joe Biden

La ofensiva ucraniana en Kursk ha conmocionado a Putin y ha llevado a Estados Unidos a seguir de cerca la situación. Rusia respondió con el estado de emergencia en Bélgorod y puso a Aleksei Djumin a cargo de la crisis

La ofensiva ucraniana en Kursk: un "verdadero dilema" para Putin, según el presidente estadounidense Joe Biden

laOfensiva ucraniana en región de Kursk de Rusia es un "verdadero dilema"Para Vladimir Putin, dijo el presidente de los Estados Unidos Joe Biden. En declaraciones a los periodistas en Nueva Orleans, bajo el ala del Air Force One, Biden confirmó que el Gobierno estadounidense está en "contacto constante" con Kiev y recibe actualizaciones sobre la situación cada cuatro o cinco horas. La incursión ucraniana no sólo puso a Rusia en dificultades, sino que también demostró la determinación de Ucrania de mantener la presión sobre el enemigo, mientras intentaba fortalecer su posición en futuras negociaciones.

Por otra parte, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, aclaró que Washington no tuvo ningún papel en la operación ucraniana y subrayó que las decisiones operativas están enteramente en manos de Kiev.

El avance inesperado: más de 1.000 kilómetros cuadrados conquistados en Kursk

de 6 agosto, Ucrania lanzó una ofensiva masiva en la región de Kursk, conquistando rápidamente más de 1.000 kilómetros cuadrados del territorio ruso. Esta operación puso en dificultades a las fuerzas rusas, que se vieron obligadas a retirar tropas del frente ucraniano para defender su territorio. Según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), mientras que las fuerzas ucranianas han avanzado unos 800 kilómetros cuadrados en la región de Kursk, las tropas rusas han penetrado en territorio ucraniano unos 1.360 kilómetros cuadrados desde principios de año. “Ucrania controla ahora 74 asentamientos en la región fronteriza rusa de Kursk”, confirmó el presidente Volodymyr Zelensky. Esta ofensiva parece ser un movimiento estratégico para ganar influencia en el negociaciones de paz, con el objetivo de obligar a Moscú a retirar sus tropas del territorio ucraniano, aliviando así la presión en el Frente Oriental.

Rusia declara el estado de emergencia en Bélgorod

En respuesta a la incursión, Rusia declaró una estado de emergencia en la región de Belgorod, ubicado en la frontera con Ucrania. El gobernador Vyacheslav Gladkov anunció a través de su canal Telegram que la situación es extremadamente difícil y tensa, con bombardeos diarios por parte de las fuerzas ucranianas que causan destrucción de viviendas y víctimas civiles. Las fuerzas rusas han lanzado una serie de ataques contra posiciones ucranianas utilizando misiles, drones y ataques aéreos. Esta reacción indica una seria preocupación por la seguridad interna de Rusia y un intento de recuperar rápidamente el control de la situación.

Putin furioso ordena a Djumin que resuelva la crisis en Kursk

La situación tuvo un impacto significativo en Putin, que enfrentó reacciones negativas nacionales e internacionales. Para intentar gestionar la emergencia y recuperar el control, el presidente ruso nombró Aleksei Djumin, ex guardaespaldas y posible futuro sucesor, como responsable de la operación para retomar la región. A Djumin, conocido por su lealtad y habilidades, se le encomendó la tarea de coordinar acciones para recuperar el control sobre Kursk y detener el avance ucraniano.

Este nombramiento parece ser un intento de encontrar un chivo expiatorio entre sus oficiales militares, responsabilizando a Djumin de resolver una crisis que ha puesto en dificultades las estructuras de seguridad rusas. Putin también prometió expulsar a las fuerzas ucranianas desde territorio ruso durante una reunión con los jefes de seguridad, intentando tranquilizar a la población y mantener la moral de las tropas.

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