La hoja de ruta de la energía nuclear europea se actualiza gracias a Italia. Se espera que el proyecto Iter, de 20 millones de euros, pase a la fase de prueba en la planta de Cadarache en Francia en 2025. En este sentido trabajan estructuras con sede en Italia: Fusion for Energy (F4E), Ansaldo Nucleare, Westinghouse y Walter Tosto. Juntos presentaron en Monfalcone el Vacuum Vassel, uno de los dispositivos que permite que el plasma nuclear genere energía sin desperdicios ni residuos. Básicamente un mega contenedor de acero.
La fusión se realiza en un entorno de alta tecnología por lo que el anillo donde se desarrolla el proceso debe estar muy bien preparado. Están previstas nueve estructuras de este tipo que puedan soportar el calor, otras llegarán desde Corea. En Italia fue necesario 10 años de trabajo 150 profesionales, más de 20 mil horas de trabajo. El contenedor que parte hacia Francia tiene un diámetro de 19,4 metros y una altura de 11 metros. En los trabajos también participó la empresa Walter Tosto de Chieti. Según los planes, la primera central de fusión de Europa debería estar lista para 2035, una fecha que coincide aproximadamente con los objetivos europeos de transición energética.
Energía nuclear europea, capacidades y retos
“El primer sector europeo es fruto de la colaboración entre F4E, el consorcio Ansaldo Nucleare, Westinghouse (Mangiarotti), Walter Tosto y la organización Iter”, explicó Marc Lachaise, director de Fusión para la Energía. Se dice que Iter ayudará a fortalecer la competitividad de Europa. Italia debe permanecer en este plan. Dispone de las capacidades y recursos profesionales adecuados para afrontar los nuevos retos energéticos. Las startups que trabajan en pequeños reactores modulares, frente a las grandes centrales eléctricas, son italianas. “Estamos orgullosos de nuestro trabajo – dijo Daniela Gentile, CEO de Ansaldo Nucleare: la finalización de este sector marca un hito no sólo para el proyecto Iter sino también para el futuro de la energía de fusión, lo que demuestra las capacidades de la cadena de suministro nuclear italiana”. Las necesidades energéticas europeas no están disminuyendo y la complementariedad, a medio y largo plazo, de más fuentes de energía es la mejor solución compartida. En pequeños pasos.