Queremos hablar de inteligencia artificial y su papel para el arte generativo "contemporáneo". Son muchas las preguntas que nos hacemos porque en realidad muchas cosas están cambiando en el mercado, incluida la actitud del coleccionista, que ciertamente se muestra muy escéptico, al menos por ahora.
Cada vez son más los artistas que utilizan la Inteligencia Artificial con algoritmos para generar imágenes, vemos ejemplos ya propuestos en el mercado, todos recordamos un ejemplo inicial con la retrato de Edmond de Belamy, vendido en Christie's por 432.500 en 2018. dólares y creado utilizando exclusivamente algoritmos de redes neuronales. Y aún más recientemente el trabajo de Beeple Everydays: los primeros 5000 días se vendieron por unos 70 millones de dólares.
Los artistas con mayor sensibilidad hacia la ecología y la preservación del medio ambiente son los más interesados en estas aplicaciones
Quizás porque los artistas siempre han sido un espejo de la sociedad, el arte representa un modelo politizado y radical con la intensificación de las crisis globales. Y no sólo eso, los movimientos artísticos relacionados con los derechos humanos, la ecología y la justicia social tomarán protagonismo, instando a la gente a observar e intervenir. Aquí experimentan con nuevos materiales, a menudo orgánicos, que "viven", crecen o cambian con el tiempo, creando obras que desdibujan los límites entre el tiempo, la biología y el arte, pero también como arte que respira y muere. Quizás la representación satírica El plátano del “Comediante” Cattelan tenga toda su explicación. De hecho, el “arte escénico” está transformando y fascinando a audiencias de todo el mundo y no hay duda de que se integrará aún más con la tecnología. Los artistas pueden empezar a utilizar herramientas biológicas y tecnológicas para ampliar las capacidades del cuerpo y su percepción. Porque lo que hoy quiere el “espectador” es experimentar nuevas emociones.
¿Cuál será entonces el futuro de los curadores?
El arte está yendo más allá de los límites de las galerías tradicionales. Imagine un futuro en el que los artistas puedan crear mundos virtuales completos, en el que el espectador no sea sólo un observador pasivo sino un participante activo. Las bases para esto ya están sentadas, a medida que cada vez más museos y galerías comienzan a incorporar la realidad aumentada en sus exposiciones. Los curadores tendrán que explotar sus conocimientos en historia del arte y experiencias previas pero también colaborar con galerías virtuales, es decir, saber crear espacios híbridos donde el arte digital se combine con exposiciones físicas, creando espectáculos multimedia.
La “desintoxicación digital”
Al mismo tiempo que vivimos todo esto, también estamos viendo el deseo de muchas personas de desconectar de su constante vida online. Y por ello, los artistas expresan el deseo de crear espacios tranquilos y meditativos que ayuden al espectador a escapar de la sobrecarga informativa y la saturación de los medios digitales. Por lo tanto, es probable que en el futuro los artistas se esfuercen por crear obras que conserven el toque humano, lo que servirá como contrapeso al mundo digital. Queda por ver quién ganará la apuesta, es mejor esperar la respuesta, que por ahora es sólo una simple suposición.