Hoy tendrá lugar una reunión de fundamental importancia para Oriente Medio: la cumbre de doha, impulsado por Estados Unidos para intentar lograr un cessate il fuoco tra Hamás e Israel y garantizar la liberación de los rehenes israelíes. Sin embargo, el nombramiento está rodeado de incertidumbres y de una cierta desilusión que podría socavar su éxito.
Las incógnitas de la cumbre de Doha: la ausencia de Hamás
Esta cumbre, vista por muchos como una "última oportunidad" para detener la espiral de violencia, corre el riesgo de fracasar estrepitosamente incluso antes de comenzar. Hamás ha decidido Desierto i negociaciones di paz, un golpe muy duro a las esperanzas de un acuerdo. Según el Wall Street Journal, el líder del movimiento palestino, Yahya Sinwar, había pedido como condición previa el cese inmediato de las operaciones militares israelíes en Gaza. Pero Jerusalén rechazó rotundamente esta petición.
Sin embargo, Sinwar envió un mensaje contradictorio: por un lado dijo que podría participar si Israel deja de luchar; por otro lado, recordó las tres fases del plan Biden y presentó enmiendas que incluyen la liberación del líder de Fatah, Marwan Barghouti, y de otros 100 prisioneros clave.
Para intentar asegurar la participación de Hamás, la administración estadounidense ha intensificado sus esfuerzos diplomáticos. El El presidente estadounidense Joe Biden envió dos importantes emisarios a la región: Brett McGurk, coordinador de la Casa Blanca para Oriente Medio, e Amos Hochstein, asesor del presidente. También participarán en las entrevistas. Qatar ed Egipto. Pese a la ausencia física de los delegados de Sinwar, no se descarta avanzar, según su principal negociador. Khalil al-Hayya reside en Doha y el grupo tiene canales abiertos con Egipto y Qatar. En cambio, el Secretario de Estado Antony blinken que debía emprender una gira por Oriente Medio el martes por la tarde, ha pospuesto su salida y esperará los resultados de la cumbre.
Israel estará allí
En el frente israelí, los desafíos no son menos complejos. Según una investigación de New York Times, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu habría impuesto nuevas condiciones para el alto el fuego, incluido el requisito de mantener las tropas israelíes en el “Corredor de Filadelfia” en la frontera entre Gaza y Egipto y garantizar que los palestinos que regresan al Norte no lleven armas consigo. Netanyahu ha rechazado estas acusaciones, argumentando que sus solicitudes son aclaraciones necesarias para implementar propuestas anteriores.
Ayer el Primer Ministro israelí se reunió con ella. equipo negociador en el cuartel general del ejército para discutir los detalles del acuerdo de tregua y el intercambio de rehenes con Hamás. Fuentes cercanas revelaron que la delegación recibió un mandato considerado "razonable". Sin embargo, a las pocas horas de partir hacia Doha, quedó claro que Netanyahu se mantiene firme en un punto crucial: exige la Liberación de 33 rehenes vivos. en la primera fase del acuerdo, desmintiendo las especulaciones sobre un posible intercambio de 18 rehenes y 15 cadáveres.
Los mediadores israelíes confirmados incluyen david barnea e ronen Bar, jefe del Mossad y del Shin Bet respectivamente, junto con Nitzan Alon, responsable de los soldados desaparecidos y de los rehenes. Sin embargo, la presencia de Ofir Fleck, asesor político de Netanyahu, ya provocó tensiones en negociaciones anteriores, culminando en enfrentamientos con los negociadores oficiales a su regreso.
Situación sobre el terreno: Gaza colapsando
La situación en el campo es cada vez más dramático y complejo. Los enfrentamientos entre Israel y Hamás han devastado Gaza, con ataques aéreos indiscriminados contra zonas residenciales y campos de refugiados, alimentando una crisis humanitaria a gran escala. El Ministerio de Salud de Gaza, bajo control de Hamás, estima que ya ha causado conflicto. hasta 40 mil víctimas, un número que crece con cada día de combates. Las acusaciones de uso de escudos humanos Las opiniones de ambos lados hacen que el panorama sea aún más sombrío: Tel Aviv acusa al movimiento palestino de ocultar a sus combatientes entre los civiles, lo que hace que los ataques sean inevitablemente letales para la población inocente. Por otro lado, Hamás acusa a Israel de atacar deliberadamente objetivos civiles, exacerbando aún más el sufrimiento de los palestinos. Este clima de acusación mutua Complica aún más los esfuerzos por alcanzar un alto el fuego y aumenta las tensiones en la región, lo que hace aún más difícil imaginar una solución pacífica.
Irán: el dilema de una respuesta mesurada
laIrán se encuentra en una posición delicada en esta escalada militar. Con una presión internacional creciente y la presencia de la mitad de la flota estadounidense frente a sus costas, Teherán intenta evitar un enfrentamiento directo, consciente de que no reaccionar podría debilitarlo simbólica y prácticamente, mientras que una reacción inmediata podría tener graves consecuencias. Después de alimentar las especulaciones sobre un ataque inminente, Irán declaró recientemente que sólo un alto el fuego en Gaza podría detener una posible respuesta al muerte de Ismail Haniyeh, líder de Hamás. En este contexto, Teherán ha negado oficialmente, a través de su delegación en la ONU, cualquier participación en las conversaciones, incluso entre bastidores. Esta posición refleja un intento de mantener el equilibrio estratégico y evitar una mayor escalada. Si las negociaciones fracasan o si Teherán percibe intentos israelíes de sabotear el diálogo, Irán y Hezbolá podrían reaccionar con importantes consecuencias para la estabilidad de Oriente Medio.
El mundo observa con creciente aprensión, temiendo que la cumbre de Doha pueda resultar ser otro intento fallido de poner fin a una crisis que ya ha causado tanto dolor y devastación.
Casa Blanca: “Comienzo prometedor, conversaciones hasta mañana”
La Casa Blanca ha definido elInicio “prometedor” de las negociaciones, con el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional John Kirby quien confirmó que las conversaciones probablemente continuarán hasta mañana.
Según Kirby, hoy la atención se centra en detalles de la implementación del acuerdo. No se espera que hoy se llegue a un acuerdo final: "No estamos debatiendo la estructura del acuerdo", explicó Kirby. "Estamos en un punto en el que el marco del acuerdo es generalmente aceptado y las lagunas que hay que colmar se refieren a su aplicación".
Última actualización a las 17,39 a.m.