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Construcción no autorizada, una plaga imparable: así insta al Gobierno el expediente de Legambiente

Un sinfín de actividades ilegales en toda Italia, según consta en el expediente "Mare Monstrum 2024". La petición: el Gobierno cambia las reglas, empezando por la necesidad de asignar plenos poderes a los Prefectos

Construcción no autorizada, una plaga imparable: así insta al Gobierno el expediente de Legambiente

Campania, Apulia, Sicilia: tres regiones del sur encabezan el ranking Legambiente por abuso en la construcción. Sólo en Campania, en 2023 se confirmaron 1.531 abusos. Devastar el territorio sigue siendo una actividad rentable para las organizaciones criminales sino también para quienes indirectamente contribuyen a fortalecerla. ¿Por qué tiene que ser Legambiente quien nos regala cada año con "Mare Monstrum" la imagen de un país en manos de bandas de usurpadores de tierra y mar?

La pregunta, claramente retórica debido al compromiso de la asociación con el territorio, tiene sin embargo una respuesta real: porque el Estado no realiza los controles necesarios. La constante actividad ilegal no escatima en nada: desde las costas hasta las playas y hasta los puntos panorámicos. Millones de euros escapan a cualquier control fiscal y retributivo, por lo que la construcción ilegal se vincula con la depuración del agua, los residuos ilegales y la restauración. Está bien que el año pasado se denunciara a 1.710 personas en Campania, pero ¿con qué consecuencias judiciales reales? El sistema es lento y la política tiene algo que ver. Desde los gobiernos de Berlusconi -con las amnistías de 1985, 1994 y 2003- la cuestión afecta a los ciudadanos y a los buenos administradores locales.

Legambiente y plenos poderes a los Prefectos

Legambiente quiere respuestas inmediatas del Gobierno, como plenos poderes para los prefectos para derribar edificios o la anulación en el decreto "Salvar la Casa" de la norma de "silencio-consentimiento" sobre las amnistías municipales en un plazo de 45 días. luchamos contra eso amnistías disfrazadas aprobado en un contexto completamente opuesto a las políticas de protección ambiental. “Las costas italianas son un patrimonio de inestimable valor, rico en historia, belleza y biodiversidad, pero cada vez más usurpado por ladrillos salvajes con edificios que a menudo permanecen en estado de esqueletos”, afirmó. Jorge Zampetti, director general de Legambiente. Quién sabe cuándo el territorio se convertirá en una prioridad nacional.

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