Ya se ha comprendido muy bien que Forza Italia y el Ministro del Interior Piantedosi están en contra de confiar a la Fiscalía Nacional Antimafia las funciones de lucha contra los ataques de ciberseguridad, que se ha vuelto más urgente que nunca tras el sensacional espionaje a la propia Fiscalía Antimafia y a las cuentas corrientes de Intesa Sanpaolo. Posición legítima, evidentemente, que sin embargo debería justificarse con sólidas razones de interés nacional y no, como se hace en las columnas de Hoja, el senador de Forza Italia, Maurizio Gasparri, cuya furia ideológica se desborda en cada línea. Gasparri detesta la Fiscalía Nacional Antimafia, creada por Giovanni Falcone y que, junto con la legislación antimafia italiana, es considerada un modelo en todo el mundo, aunque, por su bondad, asegura que no quiere para abolirlo. Pero dispara dos flechas envenenadas que destilan todo su odio.
Primera indagación: pero ¿cuáles – pregunta Gasparri – son los resultados de la Fiscalía Nacional Antimafia? Segundo indicio: que la Fiscalía es sólo una oficina suplente para los Presidentes, que en su mayoría han sido elegidos entre las filas de la izquierda.
Gasparri ataca a la Fiscalía Antimafia pero sus objeciones no se sostienen
Primera objeción al senador Gasparri: si la mafia actual ya no es la mafia de los años 80 sino la que penetra peligrosamente en el tejido económico y hace del negocio su principal objetivo, mucho depende de la evolución interna de la organización criminal, es razonable pensar que la ¿La lucha de las instituciones ha contribuido a cambiar su rumbo? segundo objeción: Gasparri dice que un expresidente antimafia como Federico Cafiero De Raho, ahora parlamentario del Movimiento Cinco Estrellas, minimizó las desviaciones de espionaje de Pasquale Striano pero todos reconocen que lo primero que hizo el actual Fiscal Nacional Antimafia, Giovanni Melillo, fue cambiar radicalmente las reglas y prácticas de su oficina para limitar las infiltración abusivas y, posteriormente, ofrecer la máxima colaboración al fiscal de Perugia, Raffaele Cantone, que investiga el caso Striano. ¿Están De Raho y Melillo al mismo nivel? ¿Es lo mismo minimizar el espionaje o hacer todo lo posible para descubrirlo? Ninguna persona intelectualmente honesta podría discutir eso.
Terza objeción: Gasparri acusa a Melillo de haber sido jefe de Gabinete de la ministra de Justicia del PD, Andrea Orlando, pero ¿es extraño que un ministro elija a un magistrado experto en la materia como su principal colaborador? Pero ¿qué pasa entonces con el hecho de que el primer ministro melón giorgia¿Eligió al magistrado Alfredo Mantovano como su subsecretario de la Presidencia del Consejo? Si un magistrado viene de derecha está bien, pero si viene de otros lados o es independiente ¿merece el ostracismo? ¿Pero estamos en el Parlamento o en el bar de deportes?
Vamos, senador Gasparri, usted libra todas las batallas que quiera pero controle su furia ideológica y encuentre argumentos un poco más sustanciales para sustentarlas. De lo contrario, no se sorprenda si su credibilidad se derrite como la nieve al sol.