Las aerolíneas japonesas, las universidades y otras organizaciones han lanzado una iniciativa para producir y suministrar biocombustibles a las aerolíneas comerciales antes de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. En abril del próximo año, las llamadas Iniciativas para los combustibles de aviación de próxima generación (INAF) producirán una hoja de ruta que indicar temas y medidas para la reducción de emisiones nocivas del tráfico aéreo.
Los principales actores son la Universidad de Tokio, Boeing, Japan Airlines, Nippon Cargo Airlines, All Nippon Airways, el Aeropuerto Internacional de Narita y Japan Petroleum Exploration. INAF, fundada en mayo, también incluye empresas comerciales y de fabricación, así como Euglena, una empresa emergente que desarrolla productos a partir de euglena, un componente similar a las algas.
Los gases nocivos del tráfico aéreo representan el 2% de las emisiones totales del mundo. Un porcentaje destinado a subir, dado el aumento esperado en la demanda de viajes del 4-5% anual en los próximos años. “Queremos abordar el problema y crear una industria capaz de dar la bienvenida a atletas y espectadores a los próximos Juegos Olímpicos”, dijo Hiroko Nakamura, profesora asistente de proyectos en la Universidad de Tokio.
El reciente aumento de los precios del petróleo ha ejercido presión sobre los presupuestos de las aerolíneas, que ahora buscan cada vez más alternativas ecológicas viables al petróleo. El modelo de negocio de INAF implica la producción de biocombustibles a partir de residuos municipales, algas y plantas no comestibles.
Durante la reciente Copa Mundial de la FIFA en Brasil, los equipos viajaron en aviones que usaban biocombustible generado a partir de la caña de azúcar.
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