Continúa período de agitación en Japón. Después del shock económico en la Bolsa de Tokio, la recesión y las preocupaciones por el megaterremoto anunciado y previsto, llega la noticia de que el actual primer ministro, Fumio Kishida, no volverá a postularse para la dirección del Partido Liberal Democrático (PLD) en las próximas elecciones internas de septiembre.
La decisión de Kishida se interpreta como una intenta guardar la imagen del Partido afectado por el escándalo y facilitar el cambio interno para restaurar la confianza pública. “El primer paso más obvio para demostrar que el PLD cambiará es que me haga a un lado”, dijo Kishida durante una conferencia de prensa, subrayando la necesidad de reformas políticas y un nuevo liderazgo. "Tomé esta decisión con la firme convicción de que la política sólo puede funcionar con la confianza de la gente y que avanzaremos con las reformas políticas", añadió el primer ministro japonés.
Dado que el PLD controla ambas cámaras del parlamento, es seguro que El sucesor de Kishida dirigirá el país hasta las elecciones legislativas del 25 de octubre de 2025. El Partido Liberal Democrático ha gobernado Japón casi continuamente desde 1955, y quienquiera que asumiera el liderazgo se convertía casi automáticamente en el próximo primer ministro. En las elecciones de 2021, el PLD obtuvo el 34,6% de los votos, mientras que el Partido Demócrata Constitucional, de centroizquierda, alcanzó el 20%.
Una disminución de la popularidad
Kishida llegó al poder en octubre de 2021, obteniendo inicialmente un amplio apoyo gracias a su agenda política, que incluía un importante aumento de gastos de defensa y un Fortalecer las relaciones con Estados Unidos y Corea del Sur.. En los últimos meses, sin embargo, su gobierno ha sufrido un duro golpe. disminución de la popularidad, con índices de aprobación que rondan el 20-25%. Un declive que fue alimentado y condicionado por una serie de escándalos dentro del PLD, que socavaron la confianza pública en el liderazgo del primer ministro.
Según las encuestas, los ciudadanos están descontentos con la forma en que Kishida ha gestionado los escándalos y consideran inadecuadas las medidas adoptadas, mientras que la inflación sigue afectando a las familias japonesas.
Los escándalos que han envuelto al partido
Los escándalos que involucran al PLD fueron un factor determinante en el declive de Kishida. Entre ellos, uno de los más notables fue la participación de miembros del partido en la Controvertida Iglesia de la Unificación, también vinculado al asesinato del ex primer ministro Shinzo Abe. Además, otro gran escándalo que surgió en diciembre de 2023 se refiere a supuestas irregularidades en la financiación de los partidos. Varios parlamentarios del PLD han sido acusados de no haber declarado millones de euros de la venta de entradas para veladas de recaudación de fondos, generando una ola de indignación pública y obligando a Kishida a destituir a cuatro ministros de su gobierno.
Posibles candidatos
Aún no está claro quién es el candidato favorito para las próximas elecciones internas del partido, aunque varias figuras destacadas del partido están emergiendo como Los posibles sucesores de Kishida. Entre los candidatos más probables se encuentra el ex ministro de Defensa. Shigeru Ishiba, muy popular dentro del partido, y el Ministro de Digital Taro Kono, conocido por su esfuerzos para modernizar un país que es tecnológicamente avanzado pero históricamente resistente al cambio. La competencia por el liderazgo promete ser intensa, con otros miembros importantes del partido, como el secretario general Toshimitsu Motegi, el Ministro de Asuntos Exteriores, Yoko Kamikawa, y el Ministro de Seguridad Económica, Sanae Takaichilisto para salir al campo. También se plantea la hipótesis de la elección de un líder más joven, como Shinjiro Koizumi, 40 años, hijo del ex primer ministro Junichiro Koizumi.