Lavanderas a orillas del Navigli, peluqueras en las plazas napolitanas de Santa Lucía, viejos tranvías en el centro de Bolonia. Vistas en sepia, cartas plegadas, arrugas del paso del tiempo, daguerrotipos pomposos, fotos dobles para estereovisores decimonónicos, paseos venecianos con sombrillas y faldas acampanadas…
16 de febrero de este año el Archivo Alinari, en transición de una empresa privada de licencias fotográficas a una fundación pública, organizó una rueda de prensa. En las redacciones, incluida la del sitio travelleaves.nube dedicado a relatos de viajes nacidos recientemente, el dossier de prensa llegaba poblado de imágenes de otros tiempos. En medio de la pandemia, se presentó una multitud de sugerencias de antaño: mientras tanto la verdadera Italia, segregada en casa por el Covid, cultivaba el deseo de plazas, pueblos bonitos, cócteles en la playa, tienditas, colores, gente, movimiento. , en dos palabras gran parte de la vida, asediada por zonas amarillas, naranjas, rojas y de confinamiento.
En ese momento en la pequeña redacción de Foglieviaggi, editada por Vittorio Ragone, tuvieron una idea: viajar a través de las historias, la memoria y la imaginación en una época en la que los viajes reales estaban prohibidos. Alinari muestra un país al que nunca se podrá ir simplemente porque ese país ya no existe. Así nació el proyecto: "Italia, como era". Diez grandes ciudades contadas por periodistas y escritores, pero también y sobre todo por las imágenes proporcionadas por la Fundación Alinari, presidida por Giorgio Van Straten y dirigida por Claudia Baroncini.
Diez periodistas han elegido las imágenes de las galerías a partir de los interminables archivos toscanos. Luego los acompañaron con sus letras. Así nacieron "Roma, la ciudad desaparecida" de Roberto Roscani; "Nápoles, rostros y calles" de Marcella Ciarnelli, "Génova y el puerto" de Roberto Orlando y luego Bolonia, Bari, Milán, Turín, Venecia, Palermo y finalmente la casa matriz, Florencia, acompañados de reflexiones y relatos de Jenner Meletti, Maddalena Tulanti, Oreste Pivetta, Andrea Aloi, Nicola Fano, Enzo D'Antona y Franco De Felice.
La presentación estuvo a cargo de Michele Smargiassi, periodista y experta en fotografía, a la escritora Federica Iacobelli y al propio Van Straten. Cada galería se acompaña de piezas clásicas -Bach, para todos- o de melodías compuestas e interpretadas ad hoc, seleccionadas y escogidas por Adriana Tessier. Gracias a esta obra, hasta el verano, un trozo del país se mirará como en un espejo antiguo para disfrutar de la larga narración nacional que se debe a los Alinae, de los que Foglieviaggi es megáfono entusiasta.