Barro sobre el rey. En Paiporta, una de las ciudades más afectadas por las recientes inundaciones en España, el visita del rey Felipe VI, de los reina letizia y El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. se convirtió en un momento de fuerte protesta. A su llegada, la multitud enfurecida saludó a las autoridades con insultos y arrojándoles barro y botellas, al grito de "¡Asesinos!". expresar descontento con los retrasos y las ineficiencias en los esfuerzos de socorro.
La ira, que creció en los días de desesperación y lucha para luchar contra el barro, estalló dramáticamente: en medio de gritos de protesta, la población incluso atacó con barro y objetos al gobernador de la Comunidad Valenciana. Carlos Mazón, (según muchos, el "gran responsable de la tragedia") llegó al lugar de la catástrofe para demostrar su cercanía a los ciudadanos afectados. La policía tuvo que crear un cordón de seguridad, pero la tensión rápidamente superó los límites, con momentos de fuerte emoción y violencia.
A pesar del clima hostil, la El Rey Felipe intentó dialogar con los presentes, afirmando: “Nadie estaba preparado para tal catástrofe”. Incluso la reina Letizia, golpeada por una bola de barro que la sacudió visiblemente, intentó mantener la calma y ofrecer consuelo. “Nos quedamos solos, lo perdimos todo. Sabían que el río se estaba desbordando y nadie dio la alarma”, gritó una mujer. Letizia, visiblemente conmovida, no pudo soportar la tensión y rompió a llorar.
Una tarde tensa
La intervención de las autoridades, si bien estuvo encaminada a brindar apoyo, terminó fracasando mayor descontento por el combustible de una población ya exhausta por los daños sufridos y la sensación de abandono. A pesar de ponerle cara, el Rey Felipe se encontró con un protesta furiosa, dirigido especialmente contra las autoridades políticas, acusado de haberse retrasado días antes de acudir a las zonas inundadas. “¡La gente está muriendo y tú vienes ahora!”, gritó una mujer exasperada. Otros manifestantes gritaron “¡Coge una pala!”, arrojando bolsas de barro, botellas y objetos diversos.
La tensión aumentó rápidamente. En medio de los gritos de la multitud, algunos insultaron al Presidente Sánchez llamándolo “un perro”. Un hombre incluso tiene intentó golpearlo por detrás con un palo, lo que obligó a la escolta a intervenir. La situación degeneró al punto que los guardaespaldas, uno de los cuales resultó herido en la cabeza, activaron el protocolo de seguridad: Sánchez fue cargado en el coche oficial, ya averiado y con los cristales rotos, para ser evacuado rápidamente. La creciente tensión provocó la cancelación del partido de vuelta de Sánchez y del viaje del Rey, previsto en Chiva.
Desde el Centro de Emergencias de la Comunidad Valenciana, Sánchez condenó a continuación la violencia, al tiempo que expresó comprensión por el sufrimiento de los ciudadanos: "Expreso toda mi solidaridad y reconozco la angustia y el sufrimiento sufrido". El Rey Felipe, a través de un mensaje en vídeo, también pidió calma, subrayando la necesidad de comprender el enfado de la población.
Tras los enfrentamientos, la Policía Nacional y la Guardia Civil inició una investigación identificar posibles infiltrados entre los manifestantes, incluidos presuntos grupos extremistas. Las autoridades están examinando imágenes de la protesta y monitoreando las redes sociales para comprobar la posible presencia de grupos ultras, que podrían haber orquestado parte de la protesta. La tensión sigue siendo alta y se esperan nuevos controles en los próximos días para evitar una escalada de los disturbios.
Las acusaciones contra el gobernador Mazón
Y mientras tanto, el "responsable" de la falta de alerta, el gobernador de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, sigue en su puesto. mazón, es bajo fuego por el supuesto retraso en la activación de la alerta meteorológica y, por tanto, se le considera responsable de no haber advertido rápidamente a la población y de haber contribuido al empeoramiento de la situación. Durante la visita, algunos manifestantes lo empujaron e intentaron hacerlo caer gritando: “¡Renunciar! cuantas muertes has causado, dinos cuántos son y consigue una pala también." Mazón, visiblemente exhausto, se enfrentó a una multitud exasperada que exigía respuestas concretas y medidas para evitar que tragedias similares volvieran a ocurrir.
Inundación de Valencia: actualmente el saldo es de 217 víctimas
El número de víctimas mortales de la inundación en Valencia es trágico: 217 personas han muerto, de las cuales 213 en la provincia de Valencia, epicentro de la catástrofe. Los daños materiales son cuantiosos, con barrios sumergidos e infraestructuras comprometidas, mientras continúan las operaciones de rescate y se teme la llegada de nuevas tormentas.
El ministro Ángel Víctor Torres confirmó el número de víctimas, pero el número de víctimas podría empeorar, especialmente en relación con lo que se pudo encontrar en el "cementerio" debajo del estacionamiento del centro comercial Bonaire.
El tiempo no da tregua, nueva alerta en las próximas horas
Las operaciones de rescate continúan pero el el mal tiempo persiste. La Agencia Española de Meteorología (Aemet) ha emitido un nuevo alerta roja para la zona, pronosticando tormentas intensas con precipitaciones superiores a los 90 l/m² en una hora. El Gobierno regional ha activado el Sistema de alerta electrónica alertar a los vecinos, recomendándoles seguir las indicaciones de Protección Civil y refugiarse en las plantas superiores de los edificios. La preocupación por nuevas inundaciones es alta y las autoridades están intensificando las medidas de prevención. Todavía está a tiempo de indagar, pero tarde o temprano habrá que dar respuestas a la población de la zona sur de Valencia, que se siente abandonada y pide aclaraciones.