Huawei tenía un caballo de Troya en el corazón de Europa desde 2009, o posiblemente desde 2004. El escándalo esta vez viene de Holanda, no en vano uno de esos países que sigue confiando en la infraestructura del gigante chino para el 5G, mientras otros países como Reino Unido (pero también Francia) ceden a la presión estadounidense y se decantan por proveedores europeos, como Nokia o incluso mejor Ericsson, que, además, están incluso financiadas por Washington para frenar la presencia asiática en el Viejo Continente. El temor es que los chinos exploten las redes de última generación para el robo de datos y el espionaje político e industrial, pero al parecer una posible historia de espionaje ya existía hace más de una década, en La Haya, sede del operador holandés tlc KPN, que ya en 2009 utilizó el dispositivos de la empresa de Shenzhen y acogió a 6 técnicos chinos en su sede. La noticia retumbó en Europa gracias al diario Le Monde que la informó en su edición de hoy 20 de abril.
Según un informe publicado en 2010 pero mantenido en secreto hasta hace unos días, Huawei pudo espiar datos e incluso conversaciones telefónicas de 6,5 millones de clientes, incluido el ex primer ministro Jan Peter Balkenende y otras personalidades "sensibles" de la política y la industria. mundo. El informe no establece con certeza que este espionaje se haya llevado a cabo realmente, pero potencialmente la empresa china, que tenía acceso completo a los servidores, podría haberlo hecho y esta duda ya ensombrece la oportunidad de una futura colaboración con Huawei, dado que la prensa holandesa también plantea la hipótesis de una posible interferencia también en los datos del otro operador Telfort, y esto desde 2004, es decir, incluso en era anterior a los teléfonos inteligentes. El riesgo, además de permitir que Huawei se apodere de miles de millones de información confidencial, también es que podría dañar la seguridad de la red. El gigante chino obviamente lo niega, al igual que KPN que garantiza que ningún empleado ha tenido acceso descontrolado al sistema, por lo que cree que no ha sido hackeado.
Independientemente de lo ocurrido hace más de diez años, la consecuencia es que la divulgación del informe (quién sabe por qué después de tanto tiempo…) obliga al gobierno holandés a imponer estrictas medidas de seguridad de infraestructura a los operadores de telecomunicaciones. De momento Huawei no ha sido vetado oficialmente, pero el aire que se respira en Ámsterdam y sus alrededores es el de imponer reglas al menos aún más restrictivas al grupo asiático, quizás terminando centrándose principalmente en los socios europeos, como Ericsson que ya suministra a KPN el grueso de la tecnología para 5G, mientras que con Huawei solo hay acuerdo para equipos de ondas de radio.
Aparentemente, todos los que pueden se espían unos a otros. No olvidemos que la red Echelon existe desde hace muchos años, desde USA con apoyo de Gran Bretaña, Australia, etc. que espía e intercepta todo. Mientras tanto, quién sabe qué otras redes de interceptación han puesto y todavía no sabemos nada de ellas. Recordemos que el propio teléfono de la canciller Merkel estaba controlado por los servicios estadounidenses. Una pregunta: ¿por qué es inaceptable y antidemocrático que "otros" nos espíen, mientras que "nuestros" lo hagan en defensa de la libertad democrática? ¿Alguien sigue creyendo que los servidores de Google, Facebook, Amazon, etc. no están disponibles para las agencias estadounidenses?. Si no lo fueran, ya habrían sido reducidos y regulados por leyes ad hoc. Al final los métodos de comportamiento de los gobiernos son siempre los mismos. Excepto que llamamos a los nuestros "buenos", nuestros oponentes los llamamos "malos" como en las viejas películas del oeste.