Vender en noticias. La regla de oro del mercado de fichajes siempre funciona mejor y con menos incertidumbres que el fuera de juego. La conclusión del maratón de negociaciones que condujo a la traslado de roma fútbol pasado en la noche de James Pallotta a Dan Friedkin. Tras un inicio al alza, la acción del club amarillo y rojo tomó la senda de la baja con pérdidas superiores al 3 por ciento. El declive está relacionado en gran parte con fin del recurso especulativo alimentado por la esperanza de una subasta al alza.
Por el contrario, después de un largo tira y afloja, Friedkin, uno de los principales concesionarios de Toyota en EE. UU., llegó a la meta con una operación por un importe total de 591 millones de euros adquirir el 86,6% que ostentaba a través del holding Neep Roma más otro 3,3% controlado directamente a un precio de 0,1165 euros por acción. Friedkin ahora debe lanzar una oferta pública obligatoria sobre las acciones en circulación del club (13,4% del capital social).
El club Giallorossi pasa así de un empresario estadounidense con fuertes intereses inmobiliarios a un magnate que combina éxitos en el comercio de automóviles (Consulte exclusivamente las ventas en 5 estados a través de 154 minoristas) a las inversiones de ocio lo que lo llevó al puesto 504 en el ranking Forbes de millonarios gracias a inversiones en resorts de lujo, entretenimiento, eventos de golf y safaris en África. Casado y padre de cuatro hijos, también ha trabajado en cine como productor ejecutivo de “The Square”, ganadora de la Palma de Oro en Cannes en 2017, la película sobre Paul Getty, y “The Mule”, de Clint Eastwood. ¿Será capaz, se pregunta la afición, de ganar el Oscar del fútbol? O simplemente flotará en un momento delicado para el sector tras el susto de la pandemia.
Difícil de decir, aunque Friedkin pronto tendrá que pronunciarse sobre las perspectivas de una industria que la temporada pasada, según Deloitte, facturó 2,5 millones de euros, menos de la mitad de los 5,8 millones de la Premier League, cobrando una pérdida de 318,5, 4 millones. Una situación complicada, dado que solo XNUMX clubes (Nápoles, Turín, Frosinone y Cagliari) terminaron la temporada en terreno positivo, mientras que la liga de fútbol, como siempre, duda en elegir un camino para el futuro: el acuerdo con un capital privado que pretende tomar una participación minoritaria y la gestión de una empresa de medios para gestionar el negocio; el acuerdo con un grupo dispuesto a financiar la Serie A u otras propuestas que ya están sobre el escritorio de Paolo Del Pino, sucesor de Gaetano Micciché al frente de la conflictiva Confindustria del balón. Todo en la incertidumbre de las relaciones con Sky y, más importante aún, decisiones sobre estadios, especialmente San Siro y Olimpico.
El desorden, como siempre, reina sobre los cielos del balón. Pero atrae capital. Incluso si el Arsenal, un club inglés muy rico, suena la alarma: el club ha despedido a 55 empleados en un intento de ahorrar dinero después de la pandemia.