El presidente de la república Emmanuel Macron se reunirá el viernes con todos los grupos parlamentarios para comprobar si se dan las condiciones para formar un nuevo Gobierno Francia tras la tregua olímpica y tras las últimas elecciones que marcaron la clara derrota de la extrema derecha de Marine Le Pen. Macron ha dicho desde el principio que busca un gobierno estable y generador de cambios, pero hasta ahora las negociaciones han sido bloqueadas por el líder de La France Insoumise, el ala más maximalista y prorrusa del nuevo Frente Popular, Jean- lucas Melenchón que exige la dimisión de Macron y no está disponible para alcanzar acuerdos de gobierno con el área de Macron. Pero el extremismo de Mélenchon finalmente ha empujado a la rebelión a muchos socialistas autorizados, que forman parte del Frente Popular pero que no tienen intención de dejarse guiar por Mélenchon. Las señales de voluntad de sentar las bases para un acuerdo con los macronianos y formar un gobierno de centro izquierda provinieron del ex jefe de Estado, François Hollande, por el líder del ala reformista de los socialistas, Rafael Glucksman y por otras voces socialistas importantes que demuestran cada vez más abiertamente su desacuerdo con la política gregaria del secretario. Olivier Fauré, siempre a cuestas de Mélenchon. No es casualidad que, según informa el sitio progresista francés LeJournal.info, en las últimas horas hayan cobrado impulso dos fuertes candidatos socialistas a los que Macron podría asignar el mandato para formar el nuevo gobierno. Los posibles nuevos primeros ministros son ambos reformistas y ambos muy estimados en el nuevo Parlamento. El primero es el ex primer ministro. Bernard Cazeneuve y el otro es el alcalde de Saint-Ouen, en los suburbios parisinos, Karim Bouamrane. Ambos consiguen reunir el consenso parlamentario necesario para dar vida a un Gobierno de centroizquierda con impronta europeísta y reformista que corta las alas del espectro político y deja en la oposición a un lado a la extrema derecha de Le Pen y al otro el otro, la extrema izquierda de Mélenchon. Después de todo, un gobierno de centro izquierda es el único que tiene suficientes votos en el Parlamento para ser autosuficiente. Al contrario de lo que escriben algunos periódicos italianos, no es Macron quien está dividiendo a la izquierda, sino la izquierda francesa la que se está dividiendo al rechazar los dictados extremistas de Melenchon y prepararse de manera realista para un compromiso con los macronitas. El viernes sabremos si se acerca el nacimiento del nuevo gobierno y si Macron ganará así la última ronda decisiva de este caluroso verano francés en el que una vez más el reformismo desafía al maximalismo.
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Francia, Macron busca gobierno: el ex primer ministro Cazeneuve y el alcalde socialista Bouamrane en la pole position
El enigma político francés tal vez se esté resolviendo y la reunión del viernes del presidente Macron con todos los grupos parlamentarios dejará claro si la hipótesis de un gobierno de centro izquierda, que es el único con suficientes números para ser autosuficiente en el Parlamento, materializarse, sin la extrema derecha de Le Pen y sin la extrema izquierda de Mélenchon