Ganar, sin hacer cálculos. La Italia de Mancini se prepara para el tercer acto de su Eurocopa, hasta ahora espectacular, con la tranquilidad de quien ya tiene en el bolsillo un billete para octavos, pero aún no la certeza del primer lugar. Para conseguirlo también, bastaría con empatar ante Gales (18 horas), a quienes les estaría bien este resultado, dado que matemáticamente les clasificaría para la siguiente fase. De ahí la preocupación de Suiza y Turquía, obligados a esperar que los azzurri no se conformen con los deberes, sino que quieran cerrar el grupo con una nota alta: una idea que, al menos de palabra, coincide a la perfección con la de Mancini, que está decidida a continuar por el camino neto emprendido hasta ahora. “Siempre jugamos para ganar, mantendremos la fe en nuestros principios –cortó el técnico-. Hablamos de 'galleta' cuando dos equipos se enfrentan con el mismo objetivo, estando ya en octavos: o nos vamos a Londres o nos vamos a Amsterdam, no nos preocupa. Jugaremos a ganar, eso sí, nos espera un partido complicado ya que será el tercero en diez días”.
Los adversarios están advertidos, también porque este Campeonato de Europa está demostrando cómo los cálculos, la mayoría de las veces, son absolutamente inútiles. Francia, por ejemplo, está lejos de estar segura de acabar primera tras el paso en falso de ayer contra Hungría y a la luz de la victoria de Alemania sobre Portugal, mientras que Bélgica, hasta ahora con un botín completo como nosotros, ha mostrado varias grietas en la victoria con Dinamarca, por no mencionar España e Inglaterra. En definitiva, el único camino a seguir es el del juego, sobre todo porque Italia, al menos hasta ahora, ha expresado lo mejor del torneo. Las ideas de Mancini funcionan bien y los jugadores, impulsados también por el entusiasmo del Olimpico, vuelan, incluso fuertes con una condición física envidiable. El aspecto atlético es fundamental, sobre todo en un torneo corto como este, disputado en un clima inevitablemente caluroso, por lo que Mancio, después de haber alineado dos veces a la misma formación (descontadas las lesiones de Florenzi y Chiellini), ha decidido cambiar y pescar desde el banquillo, un poco en todos los departamentos. “Realmente creo que tengo 26 titulares – confirmó el técnico -. Digo esto porque es verdad, tenemos que cambiar algo: estamos en el tercer partido, jugamos con 32 grados, necesitamos jugadores frescos. Verratti? Ahora está bien y necesita jugar...".
“Confirmo, aquí somos 26 y se necesita de todos – reiteró Belotti, se espera otro cambio hoy -. Italia debe hacer esto si quiere llegar hasta el final, el entrenador toma las mejores decisiones partido tras partido, depende de nosotros estar preparados”. Debería haber 7 cambios, tratándose de un equipo ya clasificado para los octavos de final y próximo a entrar en la ruleta de eliminación directa, aunque nunca antes han quedado abiertas numerosas papeletas. El 4-3-3 azul debería ver así a Donnarumma en la portería, Toloi, Bonucci, Bastoni y Emerson Palmieri en defensa, Cristante, Jorginho y Verratti en el centro del campo, Chiesa, Belotti e Insigne en ataque. En cambio, ningún experimento para el Gales de Page, que confirmará el 4-2-3-1 ya visto (con excelente resultado) ante Suiza, por lo que Ward entre los postes, Roberts, Mepham, Rodon y Davies en la zaga, Morrell y Allen en el centro del campo, Bale, Ramsey y James detrás del solitario delantero Moore.