Schengen se convierte en una fortaleza anti-coronavirus. Los países del área han decidido asegurar las fronteras exteriores como medida para combatir la epidemia: durante 30 días nadie podrá salir ni entrar. Los únicos Excepciones están previstos para europeos que intentan volver a casa, para médicos y científicos comprometidos en la lucha contra el coronavirus, para diplomáticos y militares. La decisión fue anunciada este lunes por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y será aprobada por videoconferencia por los jefes de Estado y de Gobierno el martes.
fronteras Schengen, recordemos, no coinciden exactamente con los de la UE. 22 países de los 27 de la Unión forman parte del área (Chipre, Croacia, Rumanía y Bulgaria quedan fuera, así como, por supuesto, Gran Bretaña), además de Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein.
“La restricción temporal – explicó Von der Leyen – apunta a evitar sobrecargar nuestros sistemas de salud” con personas infectadas de otros continentes.
La decisión de cerrar las fronteras se produjo tras una llamada telefónica entre Von der Leyen, Angela Merkel y Emmanuel Macron, a la que también asistió el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. En esos mismos minutos, los ministros de Interior y Sanidad de la UE se reunían por teleconferencia. Luego, la decisión se comunicó a los socios del G7 en una reunión en línea posterior.
De nada sirve ocultar que la jugada, evidentemente tardía, se parece mucho a una represalias contra Donald Trump, que cerró los vuelos EE.UU.-UE la semana pasada.
Por otra parte, la decisión de cerrar las fronteras exteriores también tiene un sentido político interior: defendiendo el perímetro exterior de Schengen, se razona, será más fácil convencer a los gobiernos de mantener abiertas las fronteras internas.
“El coronavirus ya está muy extendido en todos los países, por lo que cerrar las fronteras entre nuestros países no es la mejor manera de detenerlo”, dijo el lunes Eric Mamer, portavoz principal de la Comisión Europea. La pregunta no es académica: muchos alimentos y suministros sanitarios dependen de la libre circulación de mercancías que ahora son más que nunca imprescindibles. Además, el bloqueo del comercio intrazona infligiría un nuevo golpe a las cadenas productivas de la industriadeprimiendo aún más la economía. Por ello, la Comisión Europea pide a los gobiernos que reconozcan "vías rápidas" para el paso de medicamentos y alimentos.
Sin embargo, el intento de salvar Schengen puede haber llegado demasiado tarde. En los últimos días ya habían suspendido los acuerdos Alemania, Polonia, Austria, Hungría, República Checa y Dinamarca. Y ayer España también anunció el cierre completo de sus fronteras a partir de la medianoche.