el odioso Precio dinamico, es decir, el aumento del precio de las entradas que costaron millones el sábado fanático del oasis en todo el mundo, acaba en el punto de mira del gobierno británico liderado por el Partido Laborista Keir Starmer, decidido a intervenir con el objetivo de introducir un sistema de ventas "más justo".
Entradas Oasis: ¿Qué pasó?
Sábado 31 de agosto, en el andén TicketmasterYa están a la venta las entradas para el 17 Conciertos de la gira Oasis que tendrá lugar entre el Reino Unido e Irlanda en el verano de 2025. Millones de personas en todo el mundo han intentado comprarlos, pero la gran mayoría ha quedado decepcionada.
Lo que enfureció a los fans de los hermanos Gallagher no fueron sólo los repetidos fallos de funcionamiento de la plataforma Ticketmaster, ni las muchas horas de cola antes de poder intentar comprar, para luego quedarse con las manos vacías. Él también acabó en el centro de la polémica. “precios dinámicos”, la práctica de ajustar en tiempo real los precios de los billetes en función de la demanda.
De hecho, tras horas de espera, los fans que lograron acceder a la venta se encontraron frente a ella. los precios se duplicaron respecto a los anunciados la víspera, con sólo unos segundos para decidir si continuar con la compra de todos modos o desistir. El precio dinámico de hecho, "ajusta" los precios de los billetes en función de la demanda: cuanto más demanda hay, mayor es el coste. La rápida inflación de los precios de las entradas para asistir a la reunión de Oasis ha hecho que las entradas se hayan encarecido 350 libras, de las 150 iniciales.
Después de Oasis, el gobierno del Reino Unido apunta a precios dinámicos
despues de lo que paso, el gobierno británico ha decidido arrojar luz sobre cómo definir el precio de las entradas para los conciertos. el jefe de cultura, Lisa Nandy, prometió que el gobierno verificará el funcionamiento de los "precios dinámicos", anunciando que quiere introducir un sistema “más justo” tras el fenómeno "deprimente" de los precios "muy inflados".
No sólo eso, Downing Street también lo ha puesto en el punto de mira “billete secundario”, es decir, la reventa de entradas a precios incrementados en otras plataformas. Una vez abierta la carrera por las entradas el pasado sábado, los costes para conseguir una plaza en las fechas del famoso grupo en el Reino Unido e Irlanda habían alcanzado cifras asombrosas en los sitios del mercado secundario, hasta 6 libras (más de 7 euros), lo que provocó protestas de fanáticos en las redes sociales. Por ello, el Gobierno laborista del primer ministro Keir Starmer ha prometido abrir en otoño una consulta sobre lo sucedido, oportunidad que permitirá al nuevo primer ministro británico cumplir también una de sus promesas electorales. De hecho, incluso antes de las elecciones, Starmer había apoyado la introducción de un límite en el precio de las entradas y límites en el número de entradas que pueden revenderse.
Tras repetidas acusaciones, Ticketmaster UK se defendió afirmando que fueron los organizadores de la gira, y no la plataforma de venta, los que decidieron fijar los precios de las entradas en función de la demanda del mercado.