Japón debe abrir sus fronteras a las importaciones de cerveza europea. Esta es una de las condiciones para el éxito de las conversaciones de cara al acuerdo de libre comercio entre Tokio y la Unión Europea que debería firmarse en 2015. La cerveza está en el centro de la ronda única de conversaciones que se celebrará el 8 de diciembre.
Japón y Bruselas intentan cerrar el círculo y tener una firma para fines del próximo año, pero algunos países, como Francia y Alemania, cuestionan la voluntad de Tokio de cambiar reglas poco conocidas y especificaciones de productos que dificultan la entrada de mercancías europeas. en el Sol Naciente.
Uno de estos detalles se refiere precisamente a la definición de cerveza. Según un documento europeo obtenido por Reuters, la mayoría de las cervezas europeas no calificarían como cerveza en Japón debido al bajo contenido de malta o porque contienen ingredientes especiales como el cilantro.
Los productores belgas y alemanes utilizan semillas de cilantro para darle a la bebida un sabor a limón. El mercado de la cerveza japonesa es el tercero más grande del mundo en términos de ganancias, pero en Japón está dominado por marcas locales, como Kirin, Asahi, Sapporo y Suntory. Por el momento, la presencia de productos europeos es escasa y se reduce a la producción local de algunas marcas famosas, como Heineken.