Il Natural seguirá jugando un papel fundamental en "proveedor de energia global, incluso en un contexto de creciente transición hacia las energías renovables. Aunque el descarbonización es una prioridad, el gas sigue siendo un elemento clave para garantizar la seguridad energética y el equilibrio del sistema, especialmente durante el periodos de crisis. En este escenario, la conferencia “Gas, energía y el gobierno de las moléculas.”, organizado por el Centro en colaboración con Open Gate Italia y el Instituto para la Competitividad (I-Com) y patrocinado por Società Gasdotti Italia, brindó una importante oportunidad para reflexionar sobre cómo Italia, y Europa en general, están enfrentando los desafíos relacionados con El gas y la transición energética.
Diversificación y seguridad energética
El foco principal estuvo en la necesidad de diversificar las fuentes de suministro, un paso esencial para reducir la dependencia de proveedores tradicionales, como Russia, que experimentó una disminución de sus exportaciones a Italia del 93% entre 2022 y 2023. La creciente incertidumbre geopolítica hace urgente una reorganización de las rutas energéticas, con Italia aspirando a ser protagonista de una Mediterráneo cada vez más estratégico para Europa.
Otro aspecto fundamental que dominó el debate fue el papel de infraestructura estratégico. regasificadores flotadorescomo los de Piombino e Rávena, han sido elogiados como actores clave para garantizar la continuidad del suministro durante las recientes crisis energéticas. Si algo se ha aprendido en los últimos años es que contar con la infraestructura adecuada es fundamental para nunca encontrarse desprevenido.
Biometano e hidrógeno: los pilares del futuro energético y la lucha contra las emisiones
Pero no sólo existe el gas convencional: el transición energética también se centra en el Natural renovable, Con la biometano y L 'idrógenoo que emergen como los auténticos caballos de batalla del futuro. El Plan REPowerEU Prevé, por ejemplo, la producción de 35 mil millones de metros cúbicos de biometano de aquí a 2030, lo que contribuirá a cubrir alrededor del 8% del consumo global de la Unión Europea. Un paso que, además de reducir las emisiones de CO2, representa una prometedora oportunidad de crecimiento para la industria.
En este sentido, la cuestión de reducción de las emisiones de metano se destacó como crucial. Un compromiso que no sólo se refiere a la producción de gas a nivel nacional, sino también a las importaciones, con el objetivo de fijar estándares europeos más estrictos para garantizar que el gas llegue a Europa cumpliendo con objetivos climáticos. En este contexto, Italia se consolida como un puente estratégico entre Europa, África y el Mediterráneo, un papel que se vuelve cada vez más importante si pensamos en los desafíos globales que involucran al sector energético.
Mientras tanto, las cifras hablan por sí solas: en el primer semestre de 2024, el consumo de gas natural en la Unión Europea cayó un 5,4%, lo que supone una reducción de 7 millones de metros cúbicos en 2023. Una cifra que confirma la creciente eficiencia energética y la adopción de fuentes renovables, pero también la necesidad continua de una gestión equilibrada de los recursos fósiles en una fase de transición. .
Gas, biometano e hidrógeno: la nueva frontera de la energía italiana
A nivel nacional, Italia se enfrenta a una disminución de la producción de gas natural, pero también está invirtiendo agresivamente en nuevas soluciones, como el biometano y el hidrógeno, para no seguir dependiendo de las importaciones. Roberto Loiola, director general de Sgi, recordó que "con una red de gasoductos de más de 1800 km, la Società Gasdotti Italia está implementando un importante programa de inversiones que, también a través de la digitalización, contribuye a la seguridad del suministro y a la transición energética. Además, para la sostenibilidad a largo plazo del sistema energético nacional, dos palancas necesarias son el biometano y el hidrógeno. De los cuales, el primero, que ya registra volúmenes en constante crecimiento, permite habilitar un camino de descarbonización progresiva; mientras que el hidrógeno será fundamental a largo plazo para aumentar la competitividad del sistema industrial italiano y europeo”.
El debate luego tocó un punto delicado: las políticas regulatorias. el senador Silvia frecuente expresó su decepción por la falta de estabilidad regulatoria y declaró: “Esperaba que después de la pandemia y la crisis energética se desarrollaran políticas energéticas y económicas adecuadas a la situación. En cambio, todo sigue como antes, con reglas inciertas que ya han cambiado tres veces desde el comienzo de la actual legislatura”. La política energética, según el senador, debe convertirse en un tema central, con un plan claro que pueda orientar al sector sin dejar márgenes de incertidumbre.
También el Honorable Vinicio Peluffo Destacó la importancia de la visión europea, en un contexto global radicalmente cambiado. “Estoy convencido de que el informe Draghi contiene elementos importantes en los que reflexionar. En primer lugar, la necesidad de reforzar el protagonismo europeo en un escenario global completamente cambiado, en un marco de claras alianzas atlánticas, donde Europa está llamada a una confrontación competitiva tanto con Estados Unidos como con China en varios sectores clave de la economía". Peluffo insistió en la importancia de reducir el coste de la energía y acelerar los proyectos renovables para responder a los desafíos actuales.
Y finalmente, el punto de vista de Su Señoría. luca squeri, que concluyó el debate con una reflexión decisiva: “Las moléculas son necesarias ahora y lo serán después de 2050, claramente desde una perspectiva de transición dado que los sistemas cambiarán. La crisis ha demostrado que no existen soluciones simples para problemas complejos. El gas es un recurso indispensable que no debe darse por sentado. En los últimos años hemos aprendido a diversificar las fuentes de energía y a implementar sistemas de producción, con vistas a la neutralidad tecnológica, fundamental en términos de seguridad y costes". Para una transición energética completa, según Squeri, es necesario considerar todas las soluciones disponibles, incluidas las nuevas tecnologías y la energía nuclear.