El Senado había insertado la prórroga en el segundo párrafo del artículo 1 del decreto ley 151, con las nuevas letras d-bis, d-ter y d-quater. Si la ley de conversión se hubiera aprobado antes del viernes, fecha límite para la ratificación parlamentaria del decreto ley, la prórroga al 1 de marzo habría entrado en vigor desde el sábado 31 de marzo, sin interrupción respecto al plazo del 28 de febrero que marca la Ley de Estabilidad. para la liquidación facilitada de las deudas inscritas en el registro.
La denominada "desguace" de los expedientes consiste en la posibilidad que se ofrece a los contribuyentes de saldar las deudas surgidas de informes fiscales o liquidaciones ejecutivas, encomendadas al cobro hasta el 31 de octubre último, mediante el pago de impuestos y sanciones, pero sin intereses de demora. inscripción al rol y sin moratoria. La condición para la amnistía es que el pago se realice antes del 28 de febrero y en una sola solución.
El Senado había insertado la prórroga hasta el 31 de marzo en el decreto ley Salva Roma, precisando además que el cierre facilitado se refiere también a las deudas tributarias derivadas de medidas cautelares, para incluir las notificadas directamente por las autoridades locales, sin el "paso" por Equitalia.
Ahora el Gobierno o el Parlamento tendrán que buscar otra solución para ampliar el plazo del 28 de febrero. Quedan pocas horas y, por tanto, quizás sea el Gobierno el que las prevea, al volver a presentar algunas disposiciones de la "Salva Roma", que es previsible que pretenda preceder. En caso contrario existirá la posibilidad de una reapertura de los plazos fuera de plazo. Lo cierto es que los contribuyentes afectados por la disposición ya habían confiado en la prórroga, tal vez postergando las obligaciones relacionadas.
En todo caso, si interviene una nueva normativa que regule el aplazamiento del plazo, es conveniente que no se olvide -como había hecho el Senado- de prorrogar también la fecha del 15 de marzo, hasta la que la Ley de Estabilidad suspendía el cobro de las sumas por las que son posibles los procedimientos de desguace.
También podría aprovecharse para esclarecer el destino de las deudas contributivas al INPS, que las oficinas de Equitalia no parecen querer considerar como incluidas en la amnistía, a pesar de que la voluntad del legislador parece ser otra.