Hubo un tiempo en que se discutía la posibilidad de abolir los impuestos especiales sobre el combustible, pero hoy el gobierno de Meloni evalúa la hipótesis contraria: igualar los impuestos especiales sobre el diésel con los de la gasolina. Esta propuesta, que podría formar parte de la próxima medida presupuestaria, está generando preocupación entre los automovilistas y las asociaciones de consumidores, ya que podría suponer un aumento de costes para un gran segmento de ciudadanos. El objetivo declarado es reducir los llamados “subsidios ambientalmente dañinos”, aunque el precio a pagar podría ser elevado para muchos.
Gobierno y aumento del impuesto especial sobre el diésel
en Plan presupuestario estructural (Psb) para la nueva maniobra económica, el gobierno ha planteado la hipótesis de armonizar los impuestos especiales sobre el diésel con los de la gasolina. Actualmente, el El diésel disfruta de un trato fiscal más favorable, con un impuesto especial de 61,7 céntimos por litro frente a 72,8 céntimos para la gasolina. Según el PSB, esta intervención sobre los impuestos especiales podría ayudar a alcanzar los objetivos de transición energética y mejorar la eficiencia fiscal tanto a nivel nacional como europeo.
La idea es que ambos combustibles tengan una impacto negativo en el medio ambiente, por lo que una fiscalidad justa para ambos podría incentivar una transición más rápida hacia la movilidad sostenible.
Una de las principales razones que empuja al gobierno a considerar esta reforma es el deseo de promover la adopción de vehículos ecológicos. Tanto el diésel como la gasolina entran en la categoría de “subsidios perjudiciales para el medio ambiente” y el gobierno pretende reducir progresivamente esta dependencia mediante medidas fiscales más estrictas.
Il Ministerio de Medio Ambiente ha subrayado en repetidas ocasiones que la actual diferencia en el impuesto especial entre el diésel y la gasolina no está justificada desde el punto de vista medioambiental, ya que las emisiones de CO2 y otros contaminantes del diésel son comparables, si no superiores, a las de la gasolina. Por lo tanto, gravar a ambos por igual podría alentar la adopción de tecnologías más limpias, como los vehículos eléctricos o de hidrógeno.
3 mil millones de euros para los consumidores
La adaptación de los impuestos especiales conduciría inevitablemente a una aumento de los precios del diésel en el surtidor, que afecta tanto a los conductores privados como al sector del transporte. Usuarios absolutos, una de las principales asociaciones de consumidores, estimó que esta medida podría traducirse en un "castigo" de 3,1 millones de euros para los automovilistas. A día de hoy, aproximadamente el 56,1% del precio del diésel está compuesto por impuestos (IVA e impuestos especiales). Si los impuestos especiales se equipararan a los de la gasolina, el precio del diésel aumentaría unos 5,5 euros por cada depósito lleno.
Le grupos de población de bajos ingresos, que suelen utilizar vehículos diésel para obtener el mejor rendimiento en términos de consumo, estaría entre los más afectados. Y luego, el aumento de los costos del combustible podría afectan los precios de los bienes de consumo, dada la fuerte dependencia del sector logístico mediante transporte por carretera, principalmente propulsado por diésel. Un escenario que podría contribuir a la presión inflacionaria sobre los bienes básicos.
Las asociaciones comerciales están preocupadas
Las asociaciones profesionales, como Assoutenti, han expresado su opinión fuerte preocupación para esta hipótesis. El presidente de la asociación, gabriel melluso, subrayó que sólo en 2023 los italianos ya pagaron 38 mil millones de euros en impuestos sobre el combustible, divididos entre el IVA y los impuestos especiales. Un nuevo aumento del impuesto al diésel podría agravar aún más la carga fiscal sobre los automovilistas.
Melluso también sugirió una alternativa: la introducción de Impuestos especiales sobre el móvil que pueden variar en función de los precios industriales., compensando así posibles incrementos y reduciendo el impacto en los consumidores.
El aumento del impuesto especial sobre el diésel habría Repercusiones también en el sector industrial y logístico.. Segun el centro de estudios promotor, el consumo de diésel en Italia en 2023 ascendió a unos 28 mil millones de litros, frente a los 11 mil millones de litros de gasolina. El coste del diésel ya ha aumentado un 100,9% desde 2000, lo que lo convierte en un factor crucial en los costes del transporte de mercancías. Si se aprueba el aumento del impuesto especial sobre el diésel, Los costos de transporte podrían aumentar entre un 10% y un 15%., según las asociaciones comerciales, y estos costos adicionales probablemente se trasladarían a los consumidores finales en forma de aumentos de precios de los bienes de consumo.