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Danilo Dolci, el Gandhi italiano, abanderado de la no violencia y de las marchas contra la mafia, nació el 28 de junio de 1924.

Desde hoy, Palermo recuerda con una conferencia a uno de los más grandes intelectuales de la posguerra, a cien años de su natalicio. Sociólogo, pedagogo, poeta, escritor y organizador de sus famosas marchas contra la mafia y por el derecho al trabajo

Danilo Dolci, el Gandhi italiano, abanderado de la no violencia y de las marchas contra la mafia, nació el 28 de junio de 1924.

danilo dolci, en el centenario de su nacimiento, es recordado por su compromiso social y cívico. Desde hoy hasta Palermo una conferencia y el festival “Palpitare di nessi” (26 -30 de junio de 2024) lo celebran para redescubrir la actualidad de su mensaje. Sociólogo, pedagogo, poeta y escritor, nació el 28 de junio de 1924 en Sesana, entonces en provincia de Trieste y hoy en territorio esloveno. Desde muy joven había mostrado su profundo interés por la suerte de los más débiles y marginados; su vida se caracterizará por una intensa actividad de animación social y de lucha política, realizada siempre con valentía y utilizando las herramientas de la no violencia. Por haber sido protagonista de la lucha no violenta, se le define como el Gandhi de Italia y también de Sicilia, donde se mudó a los 28 años para vivir como un pobre entre los pobres. La coherencia de sus acciones le llevará a vivir como uno más y a casarse con una viuda y con cinco hijos. 

Del lado de los oprimidos

Dulces promocionados en Sicilia lucha contra la mafia, el desempleo, el analfabetismo y el hambre endémica, por la afirmación de los derechos humanos y civiles fundamentales. los suyos son conocidos Marce por la paz y por el trabajo y sus numerosos ayunos, empezando por el que hizo en la cama de un niño que murió por desnutrición. La protesta sólo se detuvo cuando las autoridades se comprometieron a construir el sistema de alcantarillado. La iniciativa del “huelga en reversa” del 2 de febrero de 1956 dará a conocer a Danilo Dolci a la opinión pública nacional y mundial. Para defender el derecho al trabajo, donde hay cientos de desempleados en la zona, Danilo Dolci se propone reparar una carretera municipal en mal estado. Todos ellos serán acusados ​​de "ocupación ilegal de terrenos públicos" y juzgados. Pero los mejores abogados italianos se ofrecerán a defenderlo y el proceso se transformará en un juicio contra el Estado italiano, por no haber promovido verdaderamente el derecho al trabajo.

El mayor mérito de Danilo Dolci fue haber ayudado a las personas a reunirse y discutir juntas sus problemas: comunicarse para encontrar respuestas a los problemas de la comunidad. Se trata de su mayéutica mutua, algo de lo que depende el bienestar de las personas y nuestra propia democracia. La construcción de la presa en el río Iato sigue siendo un ejemplo concreto, en nuestro caso, de la capacidad de encontrar una solución a la escasez de agua, gracias a la participación directa de las partes interesadas. La presa supuso un verdadero cambio y al mismo tiempo se convirtió en un motor de desarrollo para toda la zona.

Educar para cambiar

Dolci creó un espacio de comunicación y lo cultivó primero en Sicilia, luego en Italia y en el mundo. Dondequiera que iba, colocaba sillas en círculo y hacía preguntas para estimular la discusión y el diálogo. Por ello apareció como un Sócrates contemporáneo, con la diferencia de que la mayéutica socrática saca a relucir la verdad de cada uno, mientras que la de Dolci saca a relucir una visión, una interpretación compartida del mundo a partir de la comparación de múltiples voces. En este sentido, el compromiso educativo y mayéutico se convierte en un elemento necesario para una sociedad civil más activa y responsable. Danilo Dolci, como los grandes educadores, pone en marcha un aprendizaje centrado más en la pregunta que en la respuesta exacta. En Dolci hay gusto por la investigación, incluso sociológica; con su investigación “Bandidos en Partinico” surge la técnica de las entrevistas y las historias de vida para contar y documentar, demostrando ser una precursor en el uso de técnicas científicas. Como verdadero educador, Danilo Dolci tuvo la capacidad de promover el cambio a partir de los recursos y el valor de cada individuo. En este modo de ser, es necesario captar su dimensión pedagógica que le valdrá el reconocimiento (13 de mayo de 1996) de la Universidad de Bolonia de Grado honorífico en Ciencias de la Educación.

Danilo Dolci nació como poeta: entre los poemas más bellos recordamos "Cada uno crece sólo si se sueña", que nos ofrece una importante lección pedagógica. Nos dice que enseñar significa pensar siempre en el futuro y también tener fe en ese futuro. Cada alumno es "un ser en progreso", trae consigo su propio potencial y debe ser considerado como tal, como un brote que se nutre de la tierra antes de florecer. El profesor debe mirar en perspectiva e imaginar el "todavía no" de sus alumnos, "soñando" con lo que podrían llegar a ser y ser.

Tras su muerte en diciembre de 1997, tras el agravamiento de una bronquitis sufrida durante un viaje a China, el Centro de Desarrollo Creativo Danilo Dolci. Hoy el Centro Mirto, dirigido por su hijo Amico, es una asociación sin ánimo de lucro que, gracias a sus numerosos operadores, continúa la experiencia de Danilo Dolci en su labor social y educativa, promoviendo el desarrollo y el bienestar de la comunidad.

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