comparte

El Mediterráneo, espacio cada vez más estratégico para la energía: la dependencia de los combustibles fósiles y el reto de la transición

El aumento de las exportaciones de petróleo y gas a Europa influye en el desarrollo de toda la zona. Un informe del CNR analiza la situación 30 años después de la Declaración de Barcelona

El Mediterráneo, espacio cada vez más estratégico para la energía: la dependencia de los combustibles fósiles y el reto de la transición

laEconomía mediterránea, en el centro de numerosas iniciativas políticas, sigue siendo vinculado a los combustibles fósiles. La transición energética ha comenzado, pero la llamada zona MENA (Oriente Medio y Norte de África) no puede prescindir del petróleo y el gas. De hecho, es uno de los principales productores y consumidores de combustibles fósiles, siendo Arabia Saudita e Irán entre los mayores usuarios. La atención que Europa dedica al Mediterráneo y a las políticas de integración evidentemente necesita ajustes. El informe “Economías Mediterráneas 2024” (ME24) del Departamento de Ciencias Humanas y Sociales de la CNR Nos ofrece la fotografía más fidedigna de la economía de una de las zonas más estratégicas y conflictivas del mundo.

La relevancia de la Agenda para el Mediterráneo y la Declaración de Barcelona

¿Qué hay de actual en el?Agenda para el Mediterráneo y en Declaración de Barcelona de 1995? Son dos documentos fundamentales para entender las dinámicas que subyacen a las iniciativas y proyectos gubernamentales, pero están oscurecidos. El informe “Mediterráneo” y el análisis de contexto se centran en los 7 millones de euros de inversión para el periodo 2021-2027 de la UE, útiles para superar las diferencias estructurales entre las dos orillas del Mediterráneo. El partido de laenergia surge, pues todo lo que gira en torno a la colaboración y ayuda a los países de la cuenca mediterránea se evalúa en una perspectiva que debe hacerse más concreta. Italia está siendo observada con especial atención, porque no es casualidad que sea el país con mayor consumo de gas natural. Vale la pena reflexionar, por ejemplo, sobre el hecho de que en 2022 las importaciones de petróleo aumentaron un 11,2%, superando los 14 millones de barriles diarios. Ese mismo año, todo el Oriente Medio aumentó sus exportaciones aproximadamente un 9%. Esto significa que una gran parte de las economías europeas depende de ese flujo de importaciones, que se ha visto afectado por el conflicto en Ucrania.

En resumen, la transición energética ha comenzado, pero el petróleo y el gas siguen siendo centrales. Europa está impulsando las energías renovables, mientras que Oriente Medio y el norte de África siguen siendo proveedores estratégicos en el mercado global”, explica. Juan canitano, quien editó el capítulo sobre transición energética y seguridad en el informe “Economías Mediterráneas 2024”.

Soluciones a largo plazo

Se compara la historia energética reciente de Italia con la de España e Francia, que se han acelerado en renovable. El escenario es global, pero no se puede ignorar que Irán –pese a sus apagones energéticos internos– produce 259 mil millones de metros cúbicos de gas natural. Los datos son objetivos y deberían servir para poner algunas piezas en su lugar. La integración entre el Mediterráneo Sur y el Euromediterráneo se define como intrarregional. Los jefes de Gobierno (Giorgia Meloni en primer lugar) creen en ello, pero está claro que la agenda de la UE se ve sacudida por la inestabilidad política, los conflictos y la fragilidad económica, factores que de hecho han ampliado la brecha económica entre las dos orillas. ¿Qué imaginar? La Agenda para el Mediterráneo tiene como objetivo reducir la brecha mediante asociaciones y inversiones, con el objetivo de movilizar hasta 30 millones de euros en inversiones privadas y públicas. “Si bien las iniciativas de la UE son esenciales, creo que son insuficientes para abordar los problemas estructurales más profundos que han afectado a la región durante décadas”, afirma. Salvatore Capasso, Curador del informe. En la zona, hay países como Egipto y Turquía que han demostrado su capacidad de adaptación en los últimos años, pero otras economías como Jordania y Líbano han visto un fuerte descenso del PIB per cápita, agravando las desigualdades económicas.

30 años de la Declaración de Barcelona

laenergia Es la prueba de fuego para no ceder a la propaganda y darnos cuenta de que la dependencia de las fuentes tradicionales de muchos sectores industriales ha reducido la capacidad de los países para desarrollar economías más resilientes a los shocks globales. Han pasado 30 años desde la Declaración de Barcelona, ​​con el compromiso de cooperación social, política y económica entre Argelia, Marruecos, Túnez, Egipto, Israel, Jordania, Líbano, Siria, Turquía, Chipre y Malta, y los resultados son decepcionantes. La composición política de muchos de esos países ha cambiado, y reescribir esa declaración hoy sería imposible. Se necesita reformas estructural, estabilidad política y una gobierno económico más eficaz si queremos reducir seriamente la brecha con la región euromediterránea. Sin reformas sustanciales, estabilidad política y atención a la energía, el sur del Mediterráneo corre el riesgo de quedar atrapado en un estancamiento económico, con graves consecuencias también para el tan publicitado Plan Mattei italiano.

Revisión