Ronaldo lleva a la Juve al cielo. Su imperioso desprendimiento, en cierto modo surrealista, vale el éxito de Marassi y 3 puntos de campeonato muy pesados: ahora la Dama puede sumergirse en cuerpo y alma en la Supercopa, consciente de que el sábado, en el peor de los casos, puede ser enganchada por el Inter, pero no anticuado. En definitiva, misión cumplida, bajo el estandarte del tridente. Sarri, después de pensarlo todo el día anterior, ha decidido volver a confiar en Dybala, Higuaín y Ronaldo y las respuestas, por tercera vez en una semana, han sido decididamente positivas.
El 'Dygualdo' trabaja muy bien y no importa si por detrás acabas encajando algo más: cuando tienen el balón es dolor, obviamente para los demás. Si luego te encuentras ante un rival como la Sampdoria de Ranieri, alineado con un 4-4-2 sin delanteros (Quagliarella y Gabbiadini en el banquillo gracias a Caprari y Ramírez) y con el único deseo de reiniciar al contragolpe, aquí es que la pelota del partido inevitablemente siempre acaba en manos de la Juve, sacando así a relucir todo el poderío técnico apabullante de esos tres.
Siempre pasa algo con ellos en el terreno de juego, tanto que alguno puede darse el lujo de fallar: es el caso de Higuaín, autor de una actuación por debajo de los estándares habituales. No importa, porque Dybala y Ronaldo en cambio regalaron tiros característicos, anotando dos goles maravillosos. El partido lo abrió el argentino con una espectacular volea con la zurda (19'), un remate que, también por cuestiones de estadio, recordó al de Totti en 2005, al menos en cuanto a modalidad.
Habría sido la portada de la noche, si no fuera por el hecho de que CR7 logró hacerlo aún mejor; Sin embargo, llegaremos a esto en un momento, porque en el medio hubo un empate de la Sampdoria, fruto de un error de Alex Sandro y un oportunista derechazo de Caprari (35'), todo menos tierno en "ensuciar El récord de Buffon en la jornada del partido número 647 de la Serie A, récord en la convivencia con Maldini. Allí, en un momento difícil para sus padres, Ronaldo decidió que tenía que tomar el asunto en sus propias manos, regalando finalmente una jugada digna de ese nombre.
En el cabezazo que dirigió el partido hay tres cosas a destacar: el salto que humilló a Murru (2,56 metros, digno de un campeón de la NBA), la suspensión en el cielo durante casi un segundo (una eternidad), la precisión al deslizar el balón. bajo la cruz frente al poste de Audero. Una joya absoluta que encierra toda su esencia: a nivel técnico, quizás, Messi sigue siendo superior, pero desde el punto de vista deportivo sigue siendo el número uno.
La segunda parte, en cambio, no dio para mucho, en parte por la inevitable baja blanquinegra, en parte porque el partido, a esas alturas, le tocaba a la Sampdoria, cuyas cualidades, con todos los respetos, son bastante otro asunto. Ranieri intentó revitalizar a su equipo metiendo a Gabbiadini pero la Juve aguantó sin problemas aunque no pudo encontrar el 3-1 que le hubiera permitido unos minutos más de descanso.
“Tuvimos un primer tiempo al nivel del partido contra el Udinese, en el segundo tiempo estuvimos más confusos pero ni siquiera arriesgamos tanto”, analiza Sarri. – Lo siento, no lo cerramos antes porque puedes conceder goles en los scrums finales. En la segunda mitad nos estiramos un poco por el equipo que seguía menos a los atacantes y un poco por los propios atacantes, probablemente cansados de tantos partidos. Higuaín es el que más pagó, mientras que los otros dos marcaron dos goles fenomenales: Cristiano se fue al cielo por un tiempo infinito…”.
Con el campeonato terminado, es hora de pensar en Lazio y en otra noche de pasión. La Supercopa de Riad (domingo a las 17.45 hora italiana) es un trofeo que Sarri no quiere perder, también porque el rival es el único que ha conseguido ganarle esta temporada. Para vengarse, sin embargo, se necesitará una actuación de primer nivel, con o sin tridente. Incluso si ahora, después de ver por enésima vez de lo que son capaces esos tres, se hace difícil pensar en prescindir de ellos...