Corea del Norte anunció ayer que realizó con éxito una prueba con una bomba nuclear de hidrógeno. Poco antes, las autoridades de Corea del Sur y el Servicio Geológico de EE. UU. habían detectado un terremoto de 5.1 49 km al norte de Kilju, la zona donde se llevan a cabo las pruebas nucleares de Corea del Norte. Según Seúl, el terremoto fue de origen artificial, es decir, fue provocado por la explosión.
La televisión norcoreana afirma que Pyongyang ha probado una bomba de hidrógeno "miniaturizada", elevando "su potencia nuclear al siguiente nivel" y dotándose de un arma para defenderse de Estados Unidos y otros países enemigos. Régimen de televisión afirma que la prueba fue un "éxito perfecto".
La bomba de hidrógeno es mucho más poderosa que las bombas nucleares tradicionales de uranio y mucho más difícil de fabricar. La prueba, si es confirmada por expertos extranjeros, será un fuerte incentivo para nuevas sanciones contra Corea del Norte por parte de la ONU y empeorará las ya malas relaciones del país con sus vecinos.
Pyongyang ya tiene algunas bombas nucleares rudimentarias. En 2012 dijo que había enviado un satélite al espacio con un cohete de varias etapas. Según los expertos, este misil también podría usarse para el transporte de largo alcance de ojivas nucleares. Tras el anuncio de Corea del Norte, se convocó para hoy una reunión a puertas cerradas del Consejo de Seguridad de la ONU.
“Si los informes son ciertos, entonces se trata de una grave violación de las resoluciones de la ONU y una provocación que condenamos sin reservas”, comentó en Twitter el secretario de Relaciones Exteriores británico, Philip Hammond. El presidente francés, François Hollande, por su parte, definió el ensayo nuclear de Pyongyang como "una violación inaceptable de las resoluciones de la ONU" y pidió "una fuerte reacción de la comunidad internacional".