Se trata de un choque entre Mediaset y el accionista Vivendi, que ostenta el 9,16% del capital y al que la empresa italiana no permitió la participación en la votación en la reunión de hoy. La misma decisión se tomó contra Simon Fiduciaria, a la que la TLC francesa confirió el 19,19% del capital de Mediaset y que ya había sido formalmente excluida, presentando posteriormente una denuncia rechazada por la Audiencia de Milán. “No se puede ignorar que la propiedad sustancial de las acciones se quedó en Vivendi”, dijo el juez después de que el gigante mediático francés transfiriera parte del capital a Simon para cumplir con las disposiciones de Agcom.
La reacción de Vivendi dura, que “condena la decisión de hoy del consejo de administración de Mediaset de negarle el derecho de voto en la junta de accionistas. La decisión del consejo de administración de Mediaset es contraria a todos los principios fundamentales de la democracia accionarial. Es ilegal y contraria a los intereses de Mediaset y, en particular, de sus accionistas minoritarios. Nos reservamos el derecho de impugnar la validez de las resoluciones adoptadas hoy en los tribunales".
“Ni siquiera el acuerdo en disputa del 8 de abril de 2016, ni la decisión de Agcom de abril de 2017 o cualquier otra ley aplicable impide que Vivendi pueda votar”, continuó Vivendi en un comunicado. El Consejo de Administración de Mediaset tiene una opinión diferente, que ni siquiera permitió la participación de Simon en la junta, no oponiéndose al acceso de Vivendi a la junta, sin perjuicio de su oposición al ejercicio del derecho de voto.
“El Consejo - escribió el Consejo de Administración -, tras evaluar los dictámenes jurídicos emitidos por sus consultores y las sentencias del Tribunal de Milán, consideró que Vivendi ha comprado, y mantiene, la participación accionaria en Mediaset en violación de las obligaciones contraídas con el contrato de 8 de abril de 2016 relativa, entre otras cosas, a la venta de Mediaset Premium, según constató AGCom. Por lo tanto, el directorio considera que el accionista Vivendi y su síndico Simon no tienen derecho a ejercer derechos administrativos (incluido el derecho a voto)”.
El comentario de la alta dirección del Alfa Romeo fue muy duro. "Bollorè es el vecino que nadie quiere", interrumpió Marina Berlusconi, mientras que Fedele Confalonieri explicó al abrir el encuentro que "el asunto Vivendi fue una gigantesca pérdida de tiempo y dinero que se resolverá en los tribunales. Un ejemplo negativo de una campaña fallida para una adquisición hostil de una empresa. Una disputa – concluyó Confalonieri – nacida de una violación de nuestro buen derecho, que nos ha infligido un gran daño al bloquear una parte de nuestro capital”.
Mientras transcurre la reunión y se votan los acuerdos del orden del día, la Bolsa aplaude la posición adoptada por Mediaset, cuya acción tras el mediodía ganar más del 2%, acercándose a los 2,9 euros por acción, en contraste sobre todo con la evolución del Ftse Mib, que transita en terreno ligeramente negativo.