Incluso el presupuesto 2017 de la CGIL entra en la batalla por el nombramiento del nuevo secretario general que se producirá en unos meses. De hecho, la secretaría saliente de la Camusso deja un saldo cerrado con una pérdida de 2,6 millones euros y una situación económica muy tensa que le tocará afrontar a los recién elegidos.
Ya la discusión de las cuentas de 2017 dio lugar a amargos debates internos el pasado mes de julio. En tanto, diversas secretarías confederales debieron moverse para obtener números que en general fueron presentados en abril, mientras que este año en junio aún no estaban disponibles. Al final, la batalla interna encaminada a sacar adelante el plan de recuperación terminó con una remisión al nuevo secretario general de la carga de proponer un proyecto.
Ahora que Camusso ha expresado su apoyo a Mauricio Landini, quien como gerente de la FIOM tiene la responsabilidad de la desastrosa derrota contra la Fiat de Marchionne, podemos apostar que incluso la contabilidad constituirá un punto de polémica contra una gestión política y movimentista que ha quemado recursos para promover actividades, como el referéndum sobre vales que iban más allá de las razones puramente gremiales para asumir un tinte eminentemente político frente a los gobiernos del Partido Demócrata.
competidor de Landini, Vicente Colla, aparece con un proyecto destinado a restaurar una lógica puramente sindical, atenta a los cambios en el mundo del trabajo y con el objetivo de acompañar los cambios modificando, si es necesario, los instrumentos de protección individual de los trabajadores.
Como se ha comentado, el balance se cerró con una pérdida de 2,6 millones, tras recurrir a provisiones para riesgos y cargas por casi 1,5 millones. Las razones de tan marcado alejamiento del pasado y del mismo presupuesto presentado en 2016 hay que buscarlas sobre todo en la mayores gastos por actividad política (referéndum) y el aumento de los costes de comunicación. La recaudación mostró una mayor resistencia aun cuando hubo que registrar una nueva caída de afiliados activos y existen algunos elementos como la falta de recaudación de 3,8 millones de créditos de afiliación, que dan testimonio de cuán fuertes son las dificultades experimentadas por las distintas categorías y por la Confederación en el mantenimiento del nivel de sus miembros.
Los efectos financieros del desequilibrio entre ingresos y gastos tuvieron efectos importantes sobre la deuda, tanto que la Confederación tuvo que sacar un préstamo de 2,3 millones a 15 años dando en garantía algunos de los inmuebles que posee. Sin embargo, la crisis de liquidez sigue manifestándose también en los primeros meses de este año, tanto que los funcionarios se quejan de retrasos de 3-4 meses incluso en el reembolso de los gastos de viaje. Y cada vez son más insistentes rumores sobre un posible plan de reducción de plantilla tanto en la sede como en los suburbios.
Es seguro que la batalla por la nueva secretaría no se jugará principalmente en cuestiones presupuestarias. Pero es obvio que una visión -como la de Colla- más ligada a la profesión de sindicalista, revisada y actualizada en clave moderna para tener en cuenta los cambios de la tecnología y del mercado, podría conducir a un acercamiento de los trabajadores con el sindicato. y así atajar la crisis de matriculación que se presenta cada vez más grave, y así restablecer también un equilibrio financiero. Landini, en cambio con su movimiento que lo acerca a las 5 Estrellas, sigue apareciendo como un "perdedor exitoso", un hombre que logró consolidarse como líder nacional aunque perdió la principal batalla de su secretariado metalúrgico, la de Marchionne.
estaba en juego la necesidad de una renovación de la vida en las fábricas donde el trabajador antagónico al patrón debía ser reemplazado por un trabajador consciente de una relación de colaboración, aunque esto no excluye momentos de dialéctica y oposición con la empresa precisamente con la intención de buscar un correcto equilibrio de los intereses en juego. Pero el interés común debe ser mantener viva y crecer la empresa, no sacarla del mercado.