El vídeo grabado por ha dado la vuelta al mundo Evo Morales, y publicó en sus perfiles sociales el domingo 27 de octubre, en el que le acompañó balazos mientras estaba en un auto. No dañoso, el ex presidente boliviano gritó sobre la conspiración para asesinarlo, tramada según él por su ex aliado, ex ministro de sus gobiernos (de 2006 a 2019) y actual presidente. Luis Arce.
Bolivia al borde de la guerra civil
El episodio es sólo el último acto de una tensión que se prolonga desde hace años, desde que en 2019 Morales intentó por primera vez forzar la Constitución postularse para un cuarto mandato consecutivo, luego, tras la acusación de fraude electoral, fue obligado al exilio, que encontró en Argentina bajo la presidencia de Alberto Fernández, dejando así el campo a Arce. Al regresar a Bolivia, el primer presidente indígena en la historia del país inmediatamente agitó a sus partidarios, todavía numerosos, especialmente entre la clase campesina, al afirmar que presentarse a las elecciones de 2025 aunque sobre él penden gravísimas acusaciones de abuso sexual. El gobierno, por su parte, rechazó las acusaciones de atentado, sosteniendo que en realidad el tiroteo había sido provocado por el convoy de Morales, que abrió fuego primero contra las fuerzas policiales que participaban en una operación contra el narcotráfico.
Sin embargo, ya antes de este episodio la gente respiraba en el país. un clima de guerra civil, con protestas callejeras de partidarios del expresidente y enfrentamientos con la policía que se han producido desde mediados de octubre hasta hoy decenas de detenidos y heridos, y que culminó en los últimos días con la secuestro de 200 soldados, por manifestantes pro-Evo.
Morales inició huelga de hambre en protesta pidiendo una reunión inmediata con el presidente Arce y sobre todo el fin de la represión contra sus militantes y la persecución judicial que dice se desarrolla en su contra. El socialista de 65 años, de hecho, rechaza categóricamente haber abusado sexualmente de algunos menores durante el período en que estuvo asilado político en Argentina, pero hace apenas unos días el gobierno porteño tomó medidas directas, con la presentación formal de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. denuncia contra él. Una señal clara de que Las relaciones han cambiado con Javier Milei: mi antecesor Fernández, socialista como Evo, había negado a Bolivia la extradición del líder indígena acusado en ese momento de terrorismo; hoy, sin embargo, la propia Argentina pide someterlo a juicio.
La situación económica es preocupante
En este contexto, La situación económica es motivo de especial preocupación. Rica en materias primas, especialmente las más buscadas. Litio, durante la era Morales Bolivia había encontrado el camino hacia el crecimiento a través de inversiones públicas, tipos de cambio fijos, precios de energía y alimentos congelados, mientras que hoy se hunde en una crisis que la lleva inexorablemente por el camino deluna dramática devaluación monetaria. El Banco Central casi se ha quedado sin reservas en dólares, que acumula mes tras mes aferrándose aexportación de gas natural hacia Brasil y Argentina, pero el auge de este producto terminó hace un tiempo y, mientras tanto, el país lamentablemente Descuidado el camino del litio., del que tiene las mayores reservas del mundo y que, en cambio, sería un activo estratégico en tiempos de transición energética.
El resultado es que el Fondo Monetario Internacional pronostica un crecimiento de sólo el 1,6% este año, el más débil en dos décadas (excluyendo el primer año de la pandemia), mientras que inflación, contenida durante los mandatos de Morales, se encuentra hoy entre las más altas de América Latina. En este clima de aumento del coste de la vida y fuertes tensiones sociales, el gobierno está indefenso porque el movimiento de Morales todavía tiene mayoría en el Parlamento y al expresidente no le gustan las reformas propuestas por Arce, consideradas demasiado liberales.
Bolivia entre elecciones y entrada a los BRICS
La Bolivia volverá a las urnas en 2025 pero sobre todo, a partir del 1 de enero pasará a formar parte del BRIC, una alianza ahora abiertamente antioccidental, a la que se han sumado o están a punto de sumarse países como Irán, Bielorrusia, Cuba, Indonesia, Turquía y quizás Venezuela.
El ingreso de La Paz contó con el firme apoyo del presidente ruso Vladimir Putin, que tiene en Luis Arce a su aliado más fiel en el continente americano. No es casualidad que el presidente boliviano fuera el invitado de honor del último Foro Económico Internacional en San Petersburgo, el Davos ruso, tuvo lugar el pasado mes de junio. El sentimiento es que Moscú está detrás del clima golpista en Bolivia, lo que resulta tentador para las materias primas críticas de las que el país andino tiene una enorme y aún inexplorada disponibilidad.