La industria italiana se va de vacaciones con la promesa del gobierno de hacerle pagar menos por la electricidad. El decreto de Liberación de Energía para quienes más consumen prevé aportes de hasta 300 mil euros en 3 años. La novedad introducida es un precio controlado a favor de las empresas que consumen mucha energía, siempre que inviertan en fuentes renovables. En principio, el sistema industrial italiano debería beneficiarse de una reducción de costo del servicio eléctrico, actualmente un 30% superior de media a nivel europeo. Las tensiones sobre la política ya no se cuentan aunque sólo sea por las consecuencias en los principales centros de la transición energética.
Gse: 60 días para preguntas
El decreto asigna un papel central al GSE, que venderá electricidad a precios asequibles a las empresas eléctricas más codiciosas. Éstos se comprometen, mediante contrato, a producir energía renovable con energía eólica, fotovoltaica o hidroeléctrica con una potencia mínima de 200 kW. Para obtener la misma potencia, también se pueden actualizar los sistemas existentes. Los contratos anticipados empresa-GSE exigen garantías por 36 meses, es decir, el plazo máximo para la concesión de aportaciones. La perspectiva de ver crecer el suministro de electricidad en el mercado industrial es una señal que no debe subestimarse entre las muchas incertidumbres que afectan a la transición verde. El siguiente paso es el publicación del aviso por el GSE y, por tanto, la presentación de solicitudes en el plazo de 60 días.